La Schneebergstraße de St. Gallen hará honor a su nombre este invierno. En el número 50 de esta vía, que en nuestro idioma significa calle de la montaña nevada, se inaugurará este próximo invierno lo que sus impulsores ya han bautizado como 'la estación de esquí más pequeña del mundo'.
El proyecto ha sido impulsado por Geiler Block, un colectivo liderado por Leila Bock, el pseudónimo bajo el que se esconde Anita Zimmermann, una artista y sobre todo organizadora de exposiciones temporales en escenarios únicos. Entre estos espacios efímeros, edificios que están a punto de demolerse para construir otro en su lugar. Para ella, de esta manera se hacen encuentros que nunca se podrán repetir.
En alguna ocasión ha tenido tanto éxito, que la prensa y televisión de Suiza se ha hecho eco. Como cuando en 2015 en el marco del proyecto “Block Geiler”, aterrizó durante tres fines de semana un OVNI que brillaba a lo largo y ancho por las noches y se convirtió en un popular lugar de encuentro cultural.
Ahora, bajo el nombre de "Grauer Himmel" (cielo gris), buscó otro edificio que fuera a demolerse. Lo encontró en Schneebergstraße número 50, donde hay una vivienda unifamiliar propiedad de Halter AG, una empresa de diseño y construcción en Suiza que asegura diferenciarse por trabajar con materiales y sistemas responsables con el medio ambiente. Leila Bock habló con ellos y aceptaron cederles la casa durante los meses de invierno para su nuevo proyecto.
La vivienda tiene un jardín con una pendiente muy pronunciada. Por eso, la única pista será negra, para esquiadores y snowboarders con buen nivel, que se las deberán apañar para hacer algún giro en los escasos 20 metros de longitud que tendrá este trazado: “La pendiente negra más corta de nuestra Vía Láctea” tal como dicen sus impulsores.
A la pequeñísima estación de esquí de St. Gallen, ubicada a solo 700 m.s.n.m. no le faltará de nada. Contará con un telesquí sustentado por cinco pilonas, y la nieve la recogerán de la calle, la pasarán con una cinta por el interior de la vivienda y la esparcirán en la mini pista.
En la parte superior de la casa estará la zona de après-ski para los que quieran comentar como les ha ido una jornada tan extenuante de esquí o snowboard. Y por supuesto también una webcam para que se pueda contrastar las condiciones de nieve de la estación de esquí más pequeña del mundo.
Leila Bock busca con Grauer Himmler, abordar temas de gran actualidad como la sostenibilidad y el cambio climático. Por eso el cantón de San Galo apoya este proyecto con una aportación de 45.000 francos del fondo de lotería que algunos residentes han criticado, argumentando que podria destinarse a otros proyectos o servicios permamentes para la ciudad. Pero si logra su objetivo de concienciar, ¿no es algo que quedará para siempre?.
El pequeño jardín es tan pronunciado, que su única pista será negra
El telesquí, qu eha sido cedido, estará sustentado por cinco pilonas