De fabricar material para trabajadores de la montaña a vender chaquetas de lujo a precios exorbitantes. Moncler es quizás una de esas historias de ensueño, aunque el final no lo hayan podido escribir su fundador, sino un avispado empresario italiano, que tras tomar las riendas de esta marca hace 20 años, ahora ha logrado colocar parte de sus acciones al imperio del lujo LHMV.
La historia de Moncler comienza en 1952 en Monestier-de-Clermont, un pueblo de 1.000 almas en los Alpes franceses donde René Ramillon y André Vincent iniciaron una producción artesanal de sacos de dormir bajo el cual duermen los habitantes de esas montañas en los duros inviernos. Muchos de ellos comenzaron a usarlos también sobre sus monos de trabajo. Y es así como estos dos avispados emprendedores inventaron los plumíferos, prenda que se convertiría en el principal negocio de la empresa que lleva el nombre abreviado de ese pueblo.
Tan solo dos años después el alpinista Lionel Terray usó estas chaquetas en importantes expediciones como el K2, dando su aprobación y el inicio del despegue de la marca. En 1968, la marca se convirtió en el proveedor oficial del equipo nacional francés de esquí alpino para los Juegos Olímpicos de Invierno de Grenoble.
Con la expansión de los deportes de montaña, los plumíferos Moncler pasarán de la montaña a las calles de la ciudad, con especial éxito en el norte de Italia. Ahora bajo el diseño de diseñadores de prestigio que le dan ese colorido y ese toque especial que haga que sean objeto de deseo por parte de las clases más acomodadas de Milán o Turín.
En 2002, ya situada entre el lujo de Prada y la versatilidad de North Face, es adquirida por Remo Ruffini, un empresario con una larga experiencia en el mundo del textil. Su padre ya montó una empresa de éxito en los Estados Unidos, y él mismo otra en Italia que vendió para afrontar un nuevo reto con Moncler.
10 años después sacó a bolsa el 66% de las acciones de Moncler. A las dos horas la cotización se había disparado un 40%, convirtiendo a Ruffini en millonario. Otra década después las participaciones habían triplicado de nuevo su valor.
Ahora acaba de dar un nuevo golpe de gracia vendiendo el 15,8% de las acciones de Moncler al imperio del lujo LVMH (Louis Vuitton Moët Hennessy). En realidad lo que se ha hecho es comprar el 10% del fondo de inversión Doble R que es cómo articula las acciones de Remo Ruffini en la marca de chaquetas de esquí de lujo italiana, lo que a la par equivale al porcentaje accionarial que retienen ahora los franceses.
No obstante la intención es que LMVH siga comprando acciones de Doble R hasta tener un equivalente del 22% en Moncler.
Pese a que el mercado del lujo ha mostrado cierta ralentización, especialmente por la desaceleración del crecimiento económico en China, Moncler ha logrado seguir creciendo un 11% gracias también a la buena presencia en otros mercados de Asia.
Cabe señalar que los estímulos económicos anunciados por el Banco Popular de China han impulsado las valoraciones de las cotizadas del sector del lujo europeo. Con todo, expertos financieros advierten que las tensiones entre la Unión Europea (UE) y China, que podría llegar a imponer un impuesto sobre los bienes de lujo, enturbian las perspectivas de este sector en el corto plazo.
Las chaquetas de Moncler suelen rondar entorno a los 2.000 euros