El 25 de marzo de 2021, el saltador noruego Daniel-Andre Tande sufrió una grave caída impactando con violencia contra la nieve durante un salto de entrenamiento. Sufrió varias lesiones y permaneció en coma inducido durante cuatro días, aunque se recuperó y pudo volver a la Copa del Mundo de esa temporada. El pasado miércoles en su cuenta de Instagram, el deportista, de 30 años, escribió que
"Después de mi mala caída en Planica hace poco más de tres años, necesité tiempo para darme cuenta de que mi miedo a los saltos de esquí era quizá mayor de lo que pensaba en un principio. Por eso me parece bien poner fin ahora a mi carrera en los saltos de esquí.
He cumplido muchos sueños en mi carrera. Mantengo todas mis opciones abiertas para el futuro y estoy entusiasmado con lo que está por venir. Con todo lo que he vivido dentro y fuera de las pistas, espero poder contribuir en diferentes áreas en los próximos años"
El saltador nórdico deja el deporte tras conseguir ocho victorias en la Copa del Mundo y ser campeón olímpico por equipos con su país en los Juegos de Invierno de Pyeongchang de 2018 en Corea del Sur. En 2018 logró su mejor marca de 243,5 m en Eslovenia (el récord mundial es de sólo 10 metros más) y tres años después su vuelo acabó en coma.
El infame trampolín de Planica (Eslovenia) es considerado como uno de los más exigentes en el mundo de los Saltos de Esquí. Aquel 25 de marzo de 2021 el viento empujó el esquí izquierdo de Tande hacia abajo provocando que el noruego se desestabilizase para golpear violentamente contra el duro hielo de la rampa de aterrizaje. Fue deslizándose inmóvil y permaneció inconsciente mientras recibía atención médica de emergencia en la zona de meta. Allí un helicóptero se lo llevó al hospital de Liubliana, capital del país, donde lo sometieron a un coma inducido para que su cerebro no sufra demasiada tensión.
El informe médico incluía una fractura de clavícula y una lesión pulmonar. Tan solo cuatro días después salió del coma inducido y fue trasladado de Eslovenia a Noruega, donde continuó recibiendo tratamiento en el Hospital Universitario de Akershus, en Oslo, pero la terrible caída le deja huellas duraderas.
Aún así, tan solo cinco meses después, en agosto de ese 2021, volvió a subirse a lo alto de un trampolín para hacer sus primeros saltos de entrenamiento. En febrero de 2022 fue olímpico en los Juegos de invierno de Pekin, donde quedó relegado al puesto número 31.
Pero en el Mundial las cosas vuelven a ir bien, se mete entre los 10 primeros, sube al podio, y en Oslo, en marzo de 2022, poco después de los Juegos Olímpicos de Pekin, gana incluso en el gran trampolín por octava vez. Y sin embargo, en su cabeza nada era como antes de aquella fatídica caída de Planica, tal como revela también en su cuenta de Instagram:
Tuve que darme cuenta de que saltar ahora me produce más miedo que alegría. Siempre he dicho que en un momento como este llega el momento de decir adiós”.
Uno de los eventos más importantes de su carrera fue el Campeonato del Mundo en 2018 en Oberstdorf, donde ganó dos oros, uno de ellos individual después de una feroz batalla con Kamil Stoch a la distancia de tres series evaluadas.
Pese a que volvió a la competición tan solo siete meses después de haber salido de un coma inducido, Daniel-Andre Tande asegura que aquella caida le dejó huellas imborrables.