Pese a que Zermartt-Cervinia tenía un contrato para organizar varias carreras de velocidad durante cinco años, la FIS decidió romper el acuerdo unilateralmente, después de que se tuvieran que cancelar todos los Descensos programados tanto en 2022 como en 2023. La meteorología ni siquiera permitió prácticamente probar la pista en algún entrenamiento. Ante la situación y frente a las presiones tanto de corredores como de grupos ambientalistas, se decidió borrarla del calendario para esta próxima temporada de Copa del Mundo de esquí alpino.
En Zermatt no se lo tomaron nada bien, así que como venganza, han cerrado este verano sus pistas para entrenamientos de corredores profesionales. Ni los de Copa del Mundo ni los de Europa. Tan solo clubes y algún camp profesional puede entrenarse en la estación de esquí suiza.
Pero al parecer durante estos meses tanto la FIS como Zermatt han estado hablando para acercar posturas, encontrar una solución, y de esta manera volver a abrir ese estadio de verano a los esquiadores profesionales. Al fin y al cabo, allí está la única pista de Descenso habilitada durante estos meses de julio y agosto en todo el hemisferio norte.
Los especialistas en velocidad han tenido que esperar a su viaje a Sudamérica para poder entrenar, a excepción de algún corredor y corredora italiano que han podido apañarse en Stelvio, donde este año las condiciones de nieve ha permitido abrir en su totalidad la la Trincerone, que permite esquiar desde los 3.050 metros, hasta la misma base, situada en la Cima Coppi, la parte más alta de este puerto de montaña que alcanza los 2.760 metros.
La competición vuelve a Gornergrat
Desde la estación de esquí suiza se ha dejado caer que se está cerca de llegar a un acuerdo para volver al calendario de Copa del Mundo de la temporada 2026-2027. Sin fecha exacta todavía, sí se sabe que se quiere recuperar el estadio de Gornergrat. Situada en el corazón de Zermatt, esta era una pista que se usó durante los años '50 y '60 para una de las carreras de Descenso más exigentes del mundo.
La pista y área esquiable, toma el nombre de la estación de tren Gornergrat, que se abrió en 1898 para subir a los esquiadores, hasta que en 1928 se le sumó un telesilla. Desde la cota 3089 comenzaba la carrera masculina, mientras que las esquiadoras partían en Riffelberg a 2.582 metros. Eso si, las dos carreras tenían una meta única: la pradera de “Tuftra”, al sur de Zermatt.
La primera edición del 'Gornergrat Derby' se organizó en marzo de 1946 y se estuvo disputando hasta los años '60, cuando la FIS decidió poner orden a tantas carreras creando en 1967 la Copa del Mundo de esquí alpino, pero Zermatt ya no quiso estar en el calendario.
Se dio carpetazo a una competición que a lo largo de dos décadas se mantuvo como el Descenso más duro de la historia. Y es que su recorrido tenía una longitud de nada menos que seis kilómetros. Hoy en día sería una carrera prácticamente imposible de completar. Hay que tener en cuenta que el Descenso más largo de la Copa del Mundo de esquí alpino es el de Wengen-Lauberhorn. Con algo más de 4 kilómetros, los corredores acaban extenuados tras apretar dientes y muslos durante una bajada vertiginosa sobre una nieve que ahora debe ser dura como una piedra.
Del Gornergrat Derby de 1946, se pasó al 'International Gornergrat Derby' en 1947, por el gran éxito que experimentó rápidamente. Ese año el Descenso lo ganó el suizo Adolf Aufdenblatten con un tiempo de... 8 minutos y 16 segundos!.
En 1948 se ampliaron la carreras organizando también una Combinada, con un Descenso y un Slalom en la pista Blauherd. Ese año aparecieron varios esquiadores de nuestro país, todos ellos catalanes, entre ellos Francesc Viladomat, quién unos pocos años después montó los primeros remontes del Pas de la Casa.
Los otros corredores nacionales que participaron aquel año fueron los también catalanes Jose Figueras, Joan Alabau y Lluís Pedrerol, mientras que en categoría femenina una única participante, Silvia Gyr.
Se dice que la mayoría de corredores y corredoras no iban por el premio, sino por el ambiente que se vivía y la hospitalidad de los residentes de Zermatt, que veían con ilusión tantos corredores llegados de varios puntos de Europa.
Como prueba de que hoy en día seguiría siendo un Descenso casi imposible de completar, en la última edición organizada en 1967, el suizo Jean-Daniel Dätwyler estableció un nuevo récord: llegó a la meta en 6 minutos y 10 segundos.
Un salto sobre el túnel del tren
Bernhard Russi, medalla de oro olímpica en Descenso y de dos Globos de Cristal de la disciplina, y actualmente asesor técnico de la FIS, ha propuesto a Zermatt aprovechar los dos tercios superiores de esa pista en lugar de recuperar la Gran Becca. Por tanto sería una carrera con salida y meta dentro de territorio suizo.
Eso si, la longitud total sería la mitad del antiguo, estimándose en unos 3 kilómetros de Descenso que partirían también desde los 3.089 metros desde donde se comenzaba en los años '50 y '60 pero con final en Schweigmatten-Furi. Este trazado de mucho desnivel, incluye numerosos tramos técnicamente exigentes y un espectacular salto sobre el túnel del ferrocarril del Gornergrat.
En una entrevista al diario Blick, Franz Julen, director del Comité Organizador de las carreras de Zermatt ha confirmado que
"La FIS nos ha enviado propuestas por escrito para futuras carreras de la Copa del Mundo en Zermatt. Las propuestas se analizarán in situ con los técnicos. En septiembre adoptaremos una postura al respecto. Es muy posible que la carrera se programe para marzo o abril."
La carrera más tardía de la Copa del Mundo
Si para el Descenso de la Gran Becca los corredores pusieron bastantes pegas, parece que esta nueva propuesta le encaja mejor pese a que llegue a celebrarse a finales de marzo o primera semana de abril (fecha que habrá que confirmar, puesto que entonces las Finales de Copa del Mundo quedarían demasiado retrasadas en el calendario).
La mayoría de empresarios y comerciantes de Zermatt no quieren ver carreras por allí de diciembre a marzo, ya que lo tienen todo lleno. Pero si estaban de acuerdo en hacerlas en noviembre y si ahora ya no puede ser en ese mes, trasladarlas a finales de marzo o abril.
En declaraciones a Blick, Marco Odermatt asegura que
"Estaría encantado de poder correr una carrera en Zermatt en primavera. Estoy seguro de que también podríamos disfrutar de unas condiciones excelentes y, sobre todo, idóneas en Zermatt al final de la temporada. Debido a las experiencias negativas en las carreras de velocidad de Saalbach y Andorra, tiene sentido celebrar las competiciones en marzo a una altitud mucho mayor".
El suizo, llamado a ser una de las leyendas de la Copa del Mundo, asegura además que una carrera en la ladera del Gornergrat sería la mejor publicidad para el esquí, ya que se podría ver la imagen suiza más bonita del Cervino, en contraste con la Gran Becca.