La idea no era mala, y emulaba a otros deportes: extender Wild Cards (invitaciones) a ex-corredores de Copa del Mundo que quisieran volver a la competición, aunque con la ventaja de poder salir como máximo, desde el puesto 31, justo después de los top-30. Es algo que se hace en otras federaciones e incluso en circuitos invernales como el del Freeride World Tour, donde cada año entran varios riders tanto en esquí como en snowboard.
Pero si en el FWT se trata de dar una oportunidad a jóvenes promesas o riders que se quedaron a las puertas de la clasificación, y siempre de deportistas en activo, en el caso de la FIS la oportunidad se da a corredores que se han retirado.
Es más, se especifica que deben haberse retirado hace dos años como mínimo, y que además deban haber ganado algún Globo de Cristal, ya sea por de alguna disciplina o por liderar la General. Es decir, parece hecho a la medida de Marcel Hirscher, quién el mes de abril anunció que quería volver a la Copa del Mundo.
Pero para poder entrar en el circuito, debía reunir los puntos suficientes antes del último fin de semana del mes de octubre, que es cuando en Soelden organizan el Gigante de apertura de Copa del Mundo de esquí alpino. En Nueva Zelanda, Cardrona celebra nada menos que cuatro carreras técnicas en apenas una semana, algo ideal para el austríaco, quién lo ganó todo en Slalom y Gigante (excepto una victoria que fue en un Paralelo).
Aún así, la afrenta es arriesgada. Se lo juega prácticamente todo a Nueva Zelanda, y aunque nadie duda que podrá con casi todos los corredores que se presenten a esa carrera de categoría FIS Race, siempre queda la posibilidad de una caída, una lesión o que no llegue.
A la FIS le interesa que Hirscher esté de nuevo en la Copa del Mundo, así que sin hacer ruido, en el encuentro de Junio en Reikiavik (Islandia) aprobó la opción de la Wild Card, pensando especialmente en el austriaco.
Pero la prensa de su país se enteró hace unas semanas. La FIS aseguró que la Wild Card se aprobó en consenso con los corredores, pero el noruego Leif Kristian Nestvold-Haugen, representante de los esquiadores profesionales de la Copa del Mundo, aseguró que no estaba al corriente de este asunto.
Corredores como el suizo Daniel Yule o el griego AJ Ginnis, también se mostraron molestos por esta ventaja. Varios técnicos austriacos han denunciado también públicamente estas Wild Card que beneficia sobre todo a su compatriota, y de la misma manera han protestado en otras federaciones, entre ellas la noruega.
Según informan los periódicos Blick (Suiza) y el periódico Kronenzeitung (Austria), el presidente de la FIS, Johan Eliasch, está preocupado por el 'viento en contra' de los corredores. Parece que la federación que preside, ya está considerando una modificación para esta wild card que acaba de inventarse e incluso retirarla de momento.
Mientras tanto Marcel Hirscher sigue con sus planes para competir en Nueva Zelanda a partir de la semana que viene, con el objetivo de ganarse un puesto en la Copa del Mundo de esquí alpino por méritos propios.