El dueño de una tienda de alquiler de esquís y material de invierno situada en la estación de esquí suiza de Davos Pischa ha sido multado por negarse a arrendar equipación a turistas judíos. La Fiscalía del cantón de los Grisones (Sureste de Suiza) anunció que el hombre ha sido condenado a pagar una sanción, cuya cuantía no se ha dado a conocer por "discriminación al negarse a prestar servicios por motivos de raza, etnia o religión".
El asunto saltó a la opinión pública cuando el diario 20minuten publicó una fotografía de un cartel colocado en la tienda de la estación de esquí de Pischa, una de las que forman el dominio esquiable de Davos, donde se informaba en hebrero, que debido a varios incidentes,
"incluido el robo de un trineo, ya no alquilamos material deportivo a nuestros hermanos judíos. La política se aplica a todo el equipamiento para deportes de invierno, incluidos trineos, tablas de aire y raquetas de nieve.
Gracias por su comprensión".
Al parecer el hombre estaba cansado de que estos judíos dejaran los trineos tirados en la nieve al finalizar su jornada y no los devolvieran a la tienda. Frecuentemente se lograban recuperar, pero en más de una ocasión se tuvo que dar por desaparecido o robado algún equipamiento. El perfil del cliente con estos comportamientos es siempre mayoritario de judios ultraortodoxos. De hecho muchos habitantes de Davos y hasta el Ayuntamiento ya se habían quejado hace dos años de estas personas.
Aseguran que se trata de personas bastante asilvestradas, que se identifican rápidamente por su forma de vestir y que viven en colonias apartadas en Israel, y que su Gobierno les financia vacaciones para que se vayan a Europa algunos días. Con un comportamiento bastante primario, a menudo se sientan a comer en mesas de restaurantes con su propia comida, y devuelven el material con algún destrozo. Caso similar en las habitaciones de hotel, que fue el motivo de l queja del Ayuntamiento hace dos años.
La Federación Suiza de Comunidades Judías creó presión mediática e interpuso una denuncia, obligando al hombre a pedir disculpas, lo que no ha eliminado de todas maneras el pensamiento negativo que se tiene en Davos respecto a este tipo de turistas.
Su secretario general, Jonathan Kreutner, aseguró alegrarse por la sentencia, aunque no especificó si recomendó a sus miembros comportarse de forma más humana,
La sentencia es importante porque los tribunales suizos aplican la disposición penal antirracismo con mucha cautela, lo que hace que este tipo de sentencias sean poco frecuentes.
Si bien la ley ayuda a sancionar los incidentes discriminatorios, no ha eliminado los estereotipos antisemitas que se difunden entre la población en general."
El periódico Davoser Zeitung informó en agosto del año pasado que entre 3.000 y 4.000 judíos ortodoxos pasaron sus vacaciones en el complejo en el verano de 2023 y señaló que "hay cada vez más críticas sobre el comportamiento de estos turistas".