La decisión de tratar de cobrar 6.000 euros de canon a Detulsa por la explotación de la estación de esquí de Lunada, es sin duda una de esas meteduras de pata sonadas de un Ayuntamiento, en este caso el de Espinosa de los Monteros (Burgos). Y es que la negativa de la empresa de abonar por algo que en 25 años no le habían pedido, hizo que este centro invernal acabase muriendo.
De todo eso hace 10 años, y en este tiempo han sido varias las empresas que trataron de reabrir los remontes. Nieve no les ha faltado, incluso todo lo contrario. Pero les ha ocurrido de todo. Primero dieron la concesión a una empresa formada por conservacionistas que no tenían interés por el esquí. Casi tuvieron que salir corriendo del pueblo.
Después en 2015 lo intentó Snow Mountain Outdoor & Ski SL, con muchas más intenciones y buenas ideas. Trataron incluso de recuperar los viejos telesquís que llevaban años sin funcionar, adecentaron la cafetería e incluso propusieron abrir el albergue para poder dormir. Lamentablemente tuvieron muchos problemas con el exceso de nieve en los accesos que impedía llegar a los clientes, además de unos remontes que no daban para mucho más y que necesitaban un cambio.
En 2017 se fueron también, hartos de las pocas ayudas. El Ayuntamiento convocó otro concurso, pero las escasas empresas que se presentaron ya lo hacían con la condición de no tener que tocar el esquí. Y es que poner en marcha esos telesquís o cambiarlos es un dineral que nadie quiere poner.
Una nueva empresa, Ojo Guareña Aventura, se quedó las instalaciones rebautizándolas como Lunada Park, pero ante el fiasco de las dos anteriores (la última le puso una demanda por romper el contrato vigente), el Ayuntamiento esta vez le ha dado una concesión por dos años. El contrato vencerá en julio de 2025 y se puede renovar dos años más hasta 2027. Poco tiempo para hacer una inversión importante y luego recuperar el dinero. Así que de momento ha adecentado la cafetería y el refugio.
Las habitaciones del nuevo refugio tienen muy buena pinta
Y es que de momento esata es la oferta que se ha dado este invierno, centrada 'bajo techo'. Es decir, todo lo que se pueda hacer en ese edificio del refugio. La actividad principal ahora es la de poder ofrecer alojamiento a montañeros, por primera vez en la historia, tal como cuenta Txus Riezu a diariodeburgos.es. Hay 16 camas, y lo que antes era el local de alquiler de esquís y tablas de snowboard, ahora se ha convertido en una sala con sofás para charlar y relajarse.
En la cafetería hay karaoke con pantalla gigante y en la zona de ocio se reparten el billar, los dardos, la rana, los juegos para adultos o la primera zona de la provincia para el lanzamiento de hachas. Lunada Park se ha convertido en punto de inicio para senderistas, así como clientes de la propia empresa de Riezu que tiene su sede el cercano portillo de la Sía. Allí se encuentra la cueva donde durante cinco horas se pueden practicar espeleología, descenso en rapel, escalada y vía ferrata.
Ahora en verano la actividad sigue, e incluso se va a ampliar con actividades en el exterior que incluye un circuito de aventura, un rocódromo y una tirolina. Asimismo, planea conciertos y eventos con coches clásicos y otros protagonistas.
Con todo, es quizás el único caso en nuestro país de un complejo invernal que ha logrado revivir tras cerrar como estación de esquí. Ni El Morredero (León), Valle del Sol (Burgos), o ya en el Pirineo La Tuca o Llessuí (ambos en Lérida), lograron volver a la vida de ninguna manera. Así que se puede decir que el Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros ha logrado enmendar la metedura de pata de 2013.