El primer Descenso de la Copa del Mundo de esquí alpino 2023-2024 tendrá que esperar al menos un día más después de que la carrera de hoy sábado haya tenido que ser cancelada por culpa de las fuertes rachas de viento que ya azotaban desde primera hora del día. De hecho a las 06h de la mañana los técnicos, viendo que las previsiones tampoco eran mejores, decidieron anularlo todo y avisaron a lo corredores que no se preparasen para subir a pista.
Mañana domingo está programado el otro Descenso masculino, que si se logra organizar, será el que inaugure el estadio de la Gran Becca, la primera pista de Copa del Mundo de esquí alpino que discurre entre dos países, en este caso Italia y Suiza. Ya se intentó estrenarla el año pasado, pero entonces fue irónicamente la falta de nieve la que impidió acoger tanto las dos pruebas para corredores, como las otras dos el fin de semana siguiente para las esquiadoras.
La única vez que se ha logrado probar la Gran Becca, fue el miércoles bajo una jornada espectacular de cielos totalmente despejados y viento en calma, con una imagen plenamente invernal en todo su recorrido gracias a las nevadas que han ido cayendo estos días entre finales de octubre y lo que llevamos de noviembre.
Para evitar arriesgarse a que la meteorología volviese a jugar una mala pasada a estos Descensos, se retrasó dos semanas para esta temporada la Speed Opening de Zermatt-Cervinia. El año pasado se había programado para el último fin de semana de octubre la masculina y el primero de noviembre para la femenina, ahora ambas carreras entran el mismo mes para buscar un tiempo más invernal, cosa que así ha sucedido.
La nieve natural ha caído en abundancia desde que el mes pasado los trabajos encargados por los organizadores provocaran las críticas de activistas medioambientales al descubrirse que estaban excavando un glaciar para sacar nieve y colocarla en la pista. Además, una investigación de las autoridades locales descubrió que parte del recorrido se pasaba por unos metros del diseño presentado, lo que obligó a hacer pequeñas correcciones.
La Gran Becca, de 3,8 kilómetros, fue diseñada por el ex corredor suizo Didier Defago, campeón olímpico de descenso en los Juegos de Invierno de Vancouver 2010. Comienza cerca de Zermatt, a una altitud de unos 3.700 metros, y cruza la frontera para terminar en Italia, en Laghi Cime Bianche, a 2.835 metros.
Una pretemporada difícil para la Velocidad
Para los corredores especializados en técnicas de velocidad, especialmente el Descenso, este año está siendo especialmente complicado por la meteorología. Los entrenamientos de verano en Chile ya se caracterizaron por un clima atípico, como explicaba ayer Vincent Kriechmayr a los comentaristas.
"Muchas precipitaciones, ha nevado mucho. Normalmente siempre tenemos muy buenas condiciones porque la meteorología es estable, pero este año no fue así en absoluto y la pista no estaba preparada para entrenar a altas velocidades por el exceso de nieve.
Luego, al regresar a Europa para entrenar en los glaciares, la situación era la contraria. Faltaba nieve para los estadios de entrenamiento. Solo esta semana pasada hemos podido disfrutar de algún pequeño entrenamiento en Sölden”
Por tanto, la mayoría de corredores se enfrentaban a una Gran Becca sin prácticamente conocerla al no haber podido más que bajar una vez, el miércoles para el único entrenamiento que se ha podido realizar, y además tras un verano con pocas opciones para preparar la velocidad.