Con solo una pilona de 27 metros de alto, se puede ampliar el actual teleférico de La Grave - La Meije y llevarlo desde el Col des Ruillans en la cota 3.200, al Dôme de la Lauze a 3.600 metros de altura. Con eso, no solo se permite poder acceder sin esquís hasta aquella zona, sino además poder desmontar el viejo telesquí de gasoil que hay en aquella parte del glaciar.
La Grave - La Meije es quizás la última de las estaciones 'salvajes' del mundo. Allí no hay nada más que un teleférico que impulsa esquiadores hacia arriba y luego cada uno baja por donde le da la gana. No hay pistas marcadas, máquinas que pisen la nieve y ni siquiera un restaurante a pie de pistas.
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Sin trazados marcados, cada uno baja por donde quiere bajo su total responsabilidad
Tan solo en la parte más alta, donde está el glaciar de La Meije hay un par de trazados pisados por la única máquinas pisapistas. Se acondicionó en sus orígenes para que la chavalería del pueblo aprendiese a esquiar en condiciones seguras y para que aquellos que quieran, entrenen esquí alpino. Aquello sigue igual que el primer día, con un muy viejo telesquí que funciona a gasoil, al que a finales de temporada hay que acercarse con la pisapistas.
En 2017 la compró SATA, la misma empresa que gestiona su vecina estación de esquí de Alpe d'Huez. La salvó de una quiebra prácticamente asegurada. La Grave ya no da dinero, y nueva empresa busca darle una viabilidad económica sin retocar mucho la esencia de lo que es La Grave.
Se hizo una consulta pública con los planes para su diversificación turística. Se hicieron algunos retoques a petición de los vecinos, y finalmente se aprobó con un 80% de los votantes. Luego se presentó a la comisión para pasar el estudio de medioambiente, quién de nuevo pidió algunos cambios. Se hicieron y también se aprobaron.
No se plantea poner nieve artificial, ni crear nuevas pistas pisadas. Tampoco un restaurante de altura. Sí se quiere desmantelar el viejo telesquí y sustituirlo por el tercer tramo del teleférico. Este es un proyecto que ya se planteó cuando se inauguró La Grave en 1976 con el primer tramo del remonte con salida en el mismo centro del pueblo, a 1.400 metros. De ahí sigue hasta una pequeña parada intermedia a 1.800, y acaba en los 2.450 de Peyrou d'Amont.
Dos años más tarde se construye el segundo tramo del teleférico de La Grave - La Meije, el que que te permite seguir hasta Col des Ruillans (3.200 metros). Problemas económicos impidieron seguir con el tercer tramo y cuando todos tocaban con los dedos esa llegada al Dôme de la Lauze, una nueva demanda ecologista vuelve a pararlo todo.

'Mountain Wilderness', la 'Société Alpine de Protection de l'Environnement', 'France Nature Environnement' y el colectivo 'La Grave Autrement', quienes ya estuvieron detrás de las otras denuncias que han ido retrasando el proyecto, ahora denuncian la parcialidad del comisario-investigador y sus conclusiones. Estos grupos opositores sienten que no han sido escuchados por el comisario-investigador.
"Desde el primer día que nos recibió, nos preocupó su comportamiento. Estaba completamente en contra de las asociaciones y a favor del desarrollo. Nos preguntábamos por qué hizo la consulta si estaba tan convencido. Fue bastante espectacular desde ese punto de vista. Se cuestionaba todo lo que decíamos. Puede que no esté de acuerdo con nuestra opinión sobre el proyecto, pero cuestionó el hecho de que se nos reconociera como de interés público en el marco de la protección del medio ambiente".
Las asociaciones ecologistas tiraron también de un clásico: encontrar la existencia de especies protegidas en la zona. El comisario de investigación se tomó este punto demasiado a la ligera. Y es que es relativamente habitual encontrarse especies de algún tipo en peligro de extinción, así que cuestionó que eso fuera veraz.
Por su parte, desde la empresa, el Alcalde de La Grave y el 80% de los vecinos que aprobaron el proyecto, no entienden la situación puesto que no se va a ampliar nada, no se van a crear edificios, y ni siquiera se quiere crear un enlace a Alpe d'Huez,
“Al construir un teleférico, volaremos sobre el glaciar, ya no tendremos ningún punto de contacto con el glaciar. Esto le permitirá respirar. El segundo aspecto es que el telesquí hoy funciona con energía fósil y, por lo tanto, descarbonizará en gran medida nuestro proceso operativo ya que reduciremos nuestras emisiones de gases de efecto invernadero en más de un 90% .
"Todos estamos de acuerdo en que hay que desmantelar el remonte, totalmente obsoleto en el glaciar, y en que el teleférico previsto será menos contaminante. Pero lo que proponemos además es no construir nada. Protegemos aún más el medio ambiente al no construir nada".
Cuando sabemos que vamos a sacar 100 toneladas de chatarra del glaciar, que vamos a sacar 100.000 litros de gasoil, que vamos a sacar las palas mecánicas, para mí es ecología”.
Por su parte, desde la empresa SATA (Société d'Aménagement Tourisme de l'Alpe D'Huez, añaden que
"Seguimos en un desarrollo económico medido. Los dos tramos, nos mantenemos en 250 a 300 personas por hora. Pedimos a los fabricantes un teleférico de 400 personas por hora, que les da risa porque hoy son capaces de construir un teleférico de 4.000 a 6.000 personas por hora. Seguimos en la escala de La Grave”
