El Director de Madonna di Campiglio, afirma que tienen 20 remontes para 60 kilómetros de pistas, pero que aún así, no han logrado solventar el problema de las colas en ciertos momentos punta de la temporada pese a que el año pasado aplicaron los 'precios dinámicos', igual que otras estaciones de esquí de Europa y Nortamérica.
Eliminar las colas en los remontes todos los días del año es completamente imposible, a no ser que se diseñe un parque de remontes que sea capaz de absorber la fuerte demanda de los días de Navidad, las épocas escolares y los fines de semana punta y el resto del invierno estén girando prácticamente vacíos.
Al final todos esos días punta apenas suponen un 15% del total del calendario de apertura, y diseñar un parque de remontes de ese calibre sería insostenible. Ante ese panorama las estaciones tenían dos fórmulas para reducir las colas: limitar el acceso de esquiadores e incluso de forfaits de temporada, o los precios dinámicos. Es decir, subir el coste del pase cuando más afluencia hay.
Y la mayoría han optado por las dos, ya que permite seguir accediendo a todo aquel que quiera, pero se limita la entrada subiendo precios y si hay mucho estrés de carga, se cierra la venta. A mayor coste, menos gente dispuesta a pagar y por tanto los remontes soportan menos estrés en las colas.
Volviendo a Madonna di Campiglio, su Director Bruno Felicetti, ha explicado el Corriere de Trentino, que en días de mayor afluencia superan los 14.000 esquiadores, y que eso no solo es complicado de gestionar sino que baja la satisfacción del cliente.
Las últimas encuestas le dejaban fuera del top-10 europeo de estaciones de esquí preferidas. Actualmente según su ranking, Madonna di Campiglio está en el número 15 europeo. Le superan estaciones como Zermatt en Suiza, Alta Badia y Val Gardena en Italia o Serfaus - Fiss - Ladis en Austria. Kronplatz - Plan de Corones está ligeramente por encima.
Así que para volver a ese exclusivo listado, se han propuesto varias alternativas:
- Disuadir al esquiador que no pernocta
- Forfaits más caros en días punta y
- Limitar el número de forfaits online
Propuestas que no amedrantan a Felicetti, quién afirmaba al diario italiano que
"El mundo de los negocios no es democrático, si no me puedo permitir un Ferrari me compro otro coche. No es obligatorio venir a Campiglio a esquiar".
Asegura que el problema no es la capacidad de los remontes de Madonna di Campiglio sino la satisfacción del cliente. Que en un 85% de los 140 días que abren cada invierno, no hay problemas en la afluencia, pero que ese 15% restante de jornadas se forman colas en todos lados, especialmente en remontes y restaurantes y que eso les hace bajar las encuestas de satisfacción.
Junto a la Universidad de Innsbruck, cada dos años realizan unas 1.000 encuestas a cerca de un millar de esquiadores que llegan en Navidad, Año Nuevo, enero, febrero y marzo. La investigación, "Mejor estación de esquí", les permite elaborar el ranking de satisfacción de 55 estaciones de los Alpes.
Con los datos en la mano, comparan los puntos de satisfacción con la cantidad de esquiadores en la estación. Así, a más afluencia, menor clasificación se les da a los cuestionarios. Alcanza su nivel más bajo cuando tienen entre 14.000 y 18.000 esquiadores, pero la 'franja crítica' ya empieza a aparecer cuando superan los 12.000.
La temporada pasada marcaron 5 días en rojo y otros 15 en amarillo y se marcaron el objetivo de reducir a cero esas jornadas.
El año pasado ya aplicaron las tarifas dinámicas. El forfait base comenzaba en los 49 euros, pero en los días rojo subía hasta los 73 euros. Toda la información se encuentra en internet. Felicetti dice que "igual que con los precios de los billetes de avión".
De momento parece que no han recibido quejas. El que se planta en taquillas para comprar un forfait y usarlo ese mismo día, ya sabe que le van a aplicar el precio máximo. Online lo podían comprar más barato aunque no para esa misma jornada.
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Madonna di Campilgio son varias estaciones con unos 155 kilómetros de pistas
Sin alojamiento no hay forfait
La venta online les permite dos cosas. Por una parte controlar el número de forfaits vendidos, pero por otra recopilar datos de sus clientes. Un 'big data' propio con el que pueden estudiar sus hábitos de consumo, enviarles ofertas e información relevante.
Con todo, el objetivo principal que también se están marcando es evitar lo que en Estados Unidos llaman como "Hit & Run" y aquí el 'Sube&Baja". Felicetti asegura que eso no crea incomodidad al resto de esquiadores, sino desplazamientos innecesarios con la consiguiente huella de carbono.
Los precios dinámicos y limitación de venta de forfaits en algunos periodos permite reducir el número de esquiadores "hit and run". Es decir, aquellos que no están alojados en Campiglio sino que salen por la mañana desde estaciones de esquí cercanas, llegan en coche y vuelven a sus destinos por la tarde.
Se trata de un turismo negativo para el valle en temporada alta, porque además de atascar las pistas, crea una movilidad excesiva y molestias para los refugios, los aparcamientos y las escuelas de esquí".
Felicetti reconoce que la estrategia es todo un riesgo por el cliente de años que llega y se va en el día, pero que igual que nadie va a un concierto de Bruce Springsteen sin su entrada en la mano, se tiene que educar al esquiador que antes de salir de casa o su alojamiento tiene que tener ya el forfait.
Pero al mismo tiempo tiene que saber que cuando la estación alcance los 14.000 esquiadores, se cerrará la venta de forfaits.
¿Y qué hacer con estos esquiadores que a última hora se han quedado sin su forfait de acceso a remontes?
"Lo estamos debatiendo con el consejo de administración, y pronto definiremos el modo operativo. Tendremos que ofrecer alternativas a quienes lleguen en días punta: raquetas de nieve, senderismo con guías de montaña, descubrimiento de la zona, del parque natural.
Incluso a los que tienen una segunda residencia y no pueden esquiar porque ya hay demasiada gente en las pistas y hemos impuesto un "stop a las entradas".
El aumento del precio del forfait, sin embargo, sólo afecta a quienes tienen recursos económicos limitados. No es una política democrática.
"El mundo empresarial no es democrático, si no puedo permitirme un Ferrari tengo que comprarme otro tipo de coche. Si quiero esquiar, no necesito ir en temporada alta a una estación que ya tiene una gran carga de visitas, puedo elegir otras estaciones con un coste menor.
El esquí moderno tiene unos costes importantes que también se reflejan en el precio del acceso. Somos una empresa privada, no tenemos aportaciones públicas, y tenemos que cuadrar las cuentas"
