Si hay un esquiador que está dando que hablar este año, sin lugar a dudas, es el griego Alexandros AJ Ginnis que se encuentra estos días en Grandvalira para disputar las finales de la Copa del Mundo.
Spyder, la marca que le patrocina desde casi sus inicios, montó una rueda de prensa este miércoles para acercanos más a este esquiador y que nos explicara como se lo tiene que montar un equipo pequeño para poder discuptar un circuito tan caro como el de Copa del Mundo de esquí alpino.
AJ Ginnis: Una historia de superación personal
Ginnis nació en Grecia donde entre los múltiples deportes que le gustaban, aprendió a esquiar gracias a que su padre era profesor de una de las estaciones de esquí en el centro del país. A los 14 años se traslada con su padre a Kaprun (Austria), donde consolida su pasión por la nieve, de manera que cuando poco despues se va a EEUU, donde entra a estudiar en el Green Mountain Valley College (Vermont) porque cuenta con una sección de Esquí de Competición.
Es así como pasa al U.S. Ski Team, y tras un paso fulgurante por los Mundiales Junior de esquí alpino de 2015 en Hafjell (Noruega) donde logra un bronce en el Slalom, se mete en la Copa del Mundo de Esquí Alpino. Pero diversas lesiones le llevan a abandonar la selección americana,
“Mi primera lesión fue con 17 años y luego he tenido seis operaciones de rodilla (cinco en la izquierda, la última en la derecha).
Al principio era muy joven y cometí muchos errores, pero aprendí. No quería consejos ni recomendaciones. Ahora me lo tomo como un juego de equipo entre mi cuerpo, mis médicos y mis fisios. Entender que ellos quieren lo mejor para mí y que tengo que seguir sus recomendaciones, y si algo no me va bien, decirlo y buscar otras opciones.
Cuando era más joven la comunicación con mis médicos y fisios era muy mala y no les hacía mucho caso, por lo que volvía a lesionarme. Aprendí a hacerles caso y seguir sus recomendaciones y funciona.”
En 2020 monta un pequeño equipo y aprovechando que tiene la nacionalidad griega, empieza a competir bajo esta bandera. La Federación del país le ofrece alguna pequeña ayuda, pero básicamente cuenta con sólo 2 personas,
“Nosotros somos tres. Estoy yo, el atleta y recaudador de fondos;
Gaby Coulet, amigo desde el College, que es entrenador y organizador; y el francés Sandy Vietz, que es también entrenador y esquiador y es el responsable de todo.
Así que sí, somos un equipo genial, y además ambos son mis mejores amigos así que estamos muy unidos.”
Ni la aparición del Covid ni las diversas operaciones de rodilla frenaron al esquiador, que en enero de 2021 consiguió un por entonces histórico 11º puesto en el Slalom de Flachau. Hasta ese momento ningún griego había logrado ni siquiera puntuar en la Copa del Mundo. Fue el preludio de algo grande que estaba por llegar.
Y efectivamente, el pasado 4 de febrero AJ Ginnis superó aquel buen puesto con toda una hazaña al conseguir un excelente segundo puesto en el Slalom de la Copa del Mundo de Chamonix. Un podio que repitió en los Campeonatos del Mundo de Courchevel y Méribel y que le sirvió para llevarse una medalla de plata. La primera de un griego en unos deportes de nieve.
“Chamonix fue una absoluta locura, pero el Campeonato del Mundo es algo más de presión. Cuando crucé la línea de meta no pensé que había hecho una buena bajada, pero cuando miré la pantalla lo primero que vi fue el número 12 y pensé: “Lástima, no apretaste lo suficiente y no llegaste”.
Pero de repente vi que estaba el segundo. Por lo que pasé de pensar perdiste la carrera a “Dios mío, lo conseguiste”. Y de repente vino todo de golpe, la primera medalla de deportes de invierno para Grecia y fue como una sensación de alivio y felicidad increíble.”
 |
 |
 |
|
AJ Ginnis durante la rueda de prensa de Spyder
Respecto a los problemas a los que se ha enfrentado desde que decidió montar su propio equipo, AJ Ginnis lo tiene claro.
“Cuando eres miembro de un equipo grande como el de EEUU, tienes una gran estructura con personal que se encarga de todas las tareas administrativas de reservas de billetes y alojamientos, entrenadores, personas que se encargan del material… Cuando empezamos a crear el equipo, estábamos solos.
El esquí es un deporte extremadamente caro, como todos sabemos. El precio es algo en lo que nunca piensas hasta que empiezas a hacer cuentas y ves que todo aumenta de manera muy rápida, y para una persona en mi posición, que el dinero proviene de los espónsores, hacer que llegue a la cuenta bancaria y después gastarlo de manera inteligente es estresante”.
“Cuando empecé a competir para Grecia, tenía 25-26 años, por lo que mis compañeros y yo hemos ido aprendiendo sobre la marcha. Nosotros solemos alojarnos en apartamentos, al principio lo hicimos porque era más barato que los hoteles, pero ahora pensamos que es algo divertido, te preparas tú la comida, tienes una zona común de descanso y no es tan solitario como pasarte el día solo en la habitación del hotel y reunirte a la hora de comer.
Por supuesto que hay cosas que echo de menos de una gran estructura como la de EEUU y es duro, pero a la vez estoy muy feliz de hacer las cosas como las estamos haciendo.”
El hecho de contar con marcas aliadas como Spyder, supone un gran alivio para el atleta,
“Llevo con Spyder desde 2015, siempre he llevado su material y estoy muy contento, así que cuando empezamos a competir para Grecia, fue algo muy natural. Para mí Spyder es dos cosas; en primer lugar, calidad y seguridad. Sienta genial y me hace esquiar con confianza.
Y, en segundo lugar, cuando estás creando un equipo, es necesario tener una imagen potente y la chaqueta es extremadamente importante y que Spyder pueda proporcionarme eso también es increíble.”
Otra de las diferencias con los equipos más grandes es que los equipos pequeños suelen entrenar con otros equipos más grandes
“Uno de los equipos con los que más hemos entrenado son los británicos, David Ryding y yo somos muy buenos amigos y funciona. Porque ambos tenemos equipos pequeños y esquiamos con material similar o igual, así que está muy bien entrenar con ellos.
Pero además hemos sido muy afortunados al entrenar con el equipo francés, el equipo suizo, el equipo sueco, los italianos también, equipos que son más grandes y que podría haber sido muy fácil para ellos decirnos “No, no podéis entrenar aquí”, pero han sido super amables y honestamente extremadamente útiles.
Estoy seguro de que antes nos miraban y pensaban “estos tíos están absolutamente locos”, pero ahora es como “Oh, supongo que hay un método detrás de la locura que a ellos les funciona bien”.
Este domingo se disputa el último Slalom de la teporada en las Finales de Copa del Mundo de esquí alpino de Grandvalira. Veremos si la fórmula griega sigue cosechando tantos éxitos como hasta ahora y puede lograr su próximo objetivo: una medalla olímpica en Milán-Cortina d'Ampezzo 2026,
“No tengo absolutamente ninguna presión... esquío para Grecia". Puedo ver lo difícil que es para algunas de estas naciones más grandes, cuando sus deportistas no brindan rendimiento. Pero para mí, es como si nadie esperara mucho. Grecia consiguió una medalla, la historia ya está escrita y he obtenido mucho reconocimiento junto a mi equipo.
Pero si no obtenemos medallas, es lo que se espera. Así que tengo ese consuelo y soy muy consciente de ello”.
