La última vez que La Tuca dio señales de vida fue en la temporada 1988-1989. Fue un invierno muy malo en nevadas a nivel general, que en cambio no afectó a la Val d'Aran donde la nieve cayó en abundancia desde el primer día de la temporada.
Al año siguiente las tornas se cambiaron, y mientras el resto de estaciones estaban abiertas en Navidad, las dos de la Val d'Aran se quedaron esperando por falta de nieve. Baqueira no abrió hasta finales de enero, no sin antes anunciar que harían una gran inversión en nieve artificial, mientras que La Tuca cerró sus puertas definitivamente.
La situación de La Tuca ya era complicada por el fuerte empuje que había adquirido la estación de esquí de Baqueira Beret, donde se registraban fuertes inversiones cada año y se seguía ampliando el área esquiable. Pese a las propuestas para reabrir Era Tuca posteriormente, nunca ha llegado a materializarse nada.
Hace algo más de un año apareció junto a la carretera que va de Vielha a Baqueira, a la altura de Betren, un letrero anunciando Era Tuca junto a una página web donde se asegura que se quiere volver a poner en marcha las instalaciones, aunque ahora con el objetivo de hacerlo todo el año.
Pero en el contexto actual del mercado del esquí, ¿hay espacio para un nuevo actor? A menos de 100 días de elecciones municipales y algunas autonómicas, este proyecto ha comenzado a sonar como apoyo de campaña. Hemos preguntado a Oscar Balsells, consultor en Restneige, quién afirma que esta situación no solo se da en Era Tuca, sino que también podría verse en la de Filià, aquel fallido proyecto para levantar una estación de esquí en Vall Fosca, justo antes de que explotase la burbuja inmobiliaria de 2008.
Para entendernos, si se hace una autopista con los millones que eso supone, es para que muchos coches pasen por ella. Si no es así, mejor quedarnos como estábamos."
Según asegura Oscar Balcells, la antigua estación situada encima mismo de Vielha suele salir a la palestra cuando se acercan elecciones. Además, es una de las soluciones que se proponen para evitar los atascos en el Valle dadas las ya habituales colas para acceder o bajar de Baqueira.
¿Tiene sentido volver a abrir esta estación de esquí?
"En primer lugar, la Tuca sería una estación con unos 40 km de pistas si tenemos en cuenta todo el dominio esquiable posible tal y como se estableció en el Plan Director de las Estaciones de Esquí y Montaña de la Generalitat, es decir, hasta el Barranco de Bargadera por el este y hasta el Poi d’Estanho al sur, con una cota máxima que no llega a los 2.400 m. En total unas 800 hectáreas teniendo en cuenta que la cara sur del Cauba rara vez sería esquiable."
"Aún con una buena orientación, sería necesario asegurar prácticamente todo su dominio con cañones. Aunque un 80% de su dominio estaría situado por encima de los 1.800 m. ello no asegura un grosor aceptable de nieve natural durante toda la temporada y más con la irregularidad que padecemos."
"Por otro lado, no hay prácticamente aparcamientos a pie del remonte de acceso, con lo que habría que buscar otra solución para acoger a los vehículos. Este remonte de acceso debería tener una gran capacidad ya que todos deberían subir y bajar por este aparato. Asegurar con cañones el descenso por la pista forestal hasta Betrén o abrir una pista entre el bosque no tendría ningún sentido."
¿Cuáles serían los números para hacer viable una estación de esquí como La Tuca?
Atención, una cosa es el P.V.P. en taquillas y otro el precio medio final real ya que las agencias negocian precios más bajos para sus clientes, los clubes tienen precios especiales o precios online inferiores a lo que hay que sumar en algunas de ellas los precios dinámicos en función de los días o semanas con baja afluencia.
En definitiva, una media de unos 1.200 esquiadores / día en el caso de que se pudiera esquiar unos 135 días."
¿Y en cuanto a inversiones, cuanto sería el dinero estimado para reabrir La Tuca?
"Las inversiones para poder ofrecer una estación de estas características, con el modelo americano de distribución y gestión de remontes, es decir, pocos pero con mucha capacidad, se situaría en unos 50 millones de euros siendo prudentes. Hay que contar que además de los remontes, hay que construir edificios de servicios, instalar nieve producida y un larguísimo etc. Todo esto de entrada, antes de empezar la explotación.
Por lo tanto, el proyecto sería inviable a no ser que hubiera mucho 'tocho' de por medio.
Además, la pregunta que habría que hacerse sería: ¿los que comprarían la segunda residencia serían clientes de Tuca o de Baqueira?"
¿Una estación como Tuca podría asegurar esos 160.000 de esquí?
Empecemos por los deseos de los esquiadores: sigue habiendo kilometritis, no solamente para el esquiador con cierta experiencia que necesita tener sensación de viaje sino también para las estaciones para captar clientes de mercados extranjeros.
Actualmente lo estamos viendo con los proyectos aragoneses, para los primeros con la apertura de Cerler por Castanesa y para los segundos con la previsible unión de Formigal – Astún – Candanchú. Ello permite asegurar largas estancias en destino.
El esquí es una actividad que se debe practicar in situ; por lo tanto, el esquiador debe de hacer un esfuerzo en su desplazamiento y quiere obtener su “recompensa”. Además, no le duele gastar más si su experiencia ha superado sus expectativas y más cuando a veces esa visita ha sido debida a una motivación aspiracional. Una estación mediana - pequeña lo tiene mucho más difícil y La Tuca está muy lejos de los mercados emisores, a diferencia de otras estaciones de similares características situadas cerca de las ciudades. Nadie hará un sube-baja en un día para ir a Tuca.
Entonces, ¿cuál sería el perfil del esquiador de La Tuca?
Un esquiador de nivel medio, en un día podría conocer todo el dominio esquiable de Tuca y uno ya experimentado en unas pocas horas. Por tanto su cliente habitual sería normalmente el mismo que tienen el resto de estaciones pequeñas / medianas. No hay que ir muy lejos para comprobarlo: festivos y fines de semana con buen tiempo con una notable afluencia y entre semana, escolares. Por lo tanto y en líneas generales, un cliente cuya variable principal sería el precio.
Si analizamos algunas estaciones de este tipo, normalmente un 30% de la temporada tienen muy poca afluencia, teniendo en cuenta que el esquí es un mercado maduro. Las agencias esto lo saben y negocian precios muy bajos. Hay estaciones en los Pirineos franceses con precios del forfait inferiores a 10€ / día si estas agencias les aseguran unos cuantos centenares o miles de días de esquí.
Al final, la estación también es responsable indirecta de otros negocios situados en su área de influencia, como podrían ser los alojamientos, los alquileres, la restauración… También es cierto que estos días de poca afluencia, algunas de estas estaciones no abren todos los remontes para minimizar costes.
¿Una nueva competencia en el mercado de las estaciones de tamaño medio?
"Hay que tener en cuenta la Tuca sería la estación más lejana si la comparamos con su competencia del mismo nivel, tanto de la vertiente sur como de la francesa, donde hay estaciones de este tipo para dar y vender, con lo que estaría en desventaja por sus mayores costes logísticos. "
Por último, si el cliente mayoritario de Tuca se basaría en la variable precio y en estos colectivos, ¿dónde dormirían?
Durante los últimos años los alojamientos de Vielha Mijaran han hecho un gran esfuerzo para adecuar sus instalaciones para acoger al cliente tipo de Baqueira. ¿Volverían a poner literas como hace 40 años teniendo actualmente un altoo porcentaje de ocupación durante la temporada de esquí, con un precio medio relativamente alto y con un cliente dispuesto a pagar a cambio de un buen producto o servicio?
¿Nadie apostaría por el alojamiento asequible?
"Todo hace pensar que la falta de recursos para acometer inversiones y el cambio climático provocarán un nuevo rumbo en la estrategia para este tipo de estaciones de esquí, o en el peor de los casos el cierre de algunas de ellas, igual que ya está sucediendo en otros países europeos.
Todo ello abre una oportunidad a los grandes dominios y a los mejor preparados (aunque no sean tan grandes) que tengan una estructura lo más vertical posible de su gestión ya que acogerán a los esquiadores que dejaran de ser fieles a estas pequeñas estaciones por la falta de seguridad y precariedad en su producto primario, aunque tengan que pagar algo más.
De hecho, pensamos que la democratización del esquí que hemos vivido durante estos últimos años está en juego. Este es otro motivo por lo que algunas estaciones y destinos ya se están preparando. Las administraciones deberían avanzarse a todo ello ya que no será solamente responsabilidad de las estaciones. Como hace años que venimos diciendo, los destinos se han integralizado y el Valle de Aran y en concreto Vielha Mijaran no debería ser ajena a este futuro."