Todo lo que está ocurriendo entorno al nuevo telecabina Crémaillère Express a Luchon-Supebagnères es digno de película de desastres.
El objetivo inicial era haberla inaugurado en diciembre de 2021. Pero la pandemia del COVID-19 obligó a retrasar las obras durante un año. Por entonces la factura prevista era de 18 millones de euros.
Cerrados los remontes de todas las estaciones de esquí de Francia durante la temporada de esquí 2020-2021, las obras, divididas en dos fases por fin pudieron comenzar ese verano de 2021 cuando se hicieron algunas acometidas de electricidad así como algunos trabajos de obra civil. En 2022, acabada la temporada de esquí se desmontó por completo el viejo telecabina de 4 plazas para colocar el nuevo, bautizado como Crémaillère Express y de 10 asientos.
Segundo aplazamiento
A mediados del mes de septiembre de 2022, el Syndicat Mixte Haute-Garonne Montagne anuncia que tiene que detener las obras del nuevo Crémaillère Express bajo la excusa de que los fuertes incendios en Francia y la tan recurrida guerra de Ucrania ha comportado un retraso en la entrega de material para el nuevo telecabina.
Es el único caso de entre todos los remontes que se han montado en los Pirineos, entre los que se incluye una compleja sustitución de remontes en Saint Lary que llevó a colocar un telecabina y un telesilla, así como el desmontaje de cinco aparatos. Situación similar en Valgrande Pajares donde también se desmontó varios remontes, se movió un telesilla y se instaló un nuevo telecabina.
Con el viejo telecabina desmontado y el nuevo retrasado hasta la primavera, la única solución para poder abrir las instalaciones y atender las reservas era contratar un servicio de bus lanzandera entre el pueblo de Luchon y la estación de esquí, ya que el aparcamiento del complejo invernal es pequeño y se llena enseguida. Esto creaba una incomodidad para los clientes que se intentó compensar con una rebaja del precio del forfait que lo ha dejado por debajo de los 30 euros.
Pero como las desgracias a veces no vienen solas, el 1 de diciembre, a las puertas del inicio de la temporada de esquí, un irresponsable pasó con un camión de gran tonelaje por los llamados Puentes de Ravi. Se trata de dos infraestructuras que sortean un río, y situados en la carretera de acceso a la estación de esquí. Como consecuencia los dos puentes se movieron de sitio y los técnicos desplazados para hacer las comprobaciones dictaminaron que solo vehículos ligeros de menos de 2,25 m de altura podían pasar.
Para asegurar el estricto cumplimiento de la limitación de tonelaje, los servicios del Departamento instalaron pórticos de ancho fijo en la entrada y salida de los puentes. Así que la estación de esquí se quedó también sin la posibilidad de poder transportar esquiadores en autobús.
Tercer aplazamiento
La semana pasada el presidente del Departamento de Haute-Garonne, Sébastien Vincini y su vicepresidenta Maryse Vezat-Baronia (presidenta también de la sociedad Haute-Garonne Montagne) se reunieron con el alcalde de Luchon, Eric Azémar, y algunos concejales para avanzar un informe sobre los principales proyectos en marcha. Vinieron a dar las malas noticias en persona.
La primera de ellas es que las obras de los Puentes de Ravi no podrán comenzar hasta el día 3 de abril, cuando cierra la estación de esquí. Por tanto no se espera que se entregue la obra finalizada hasta el día 3 de diciembre. De nuevo a las puertas de la temporada de turismo de inverno, lo que no da margen a ningún retraso en los trabajos.
Se va a tardar tantos meses por que se ha decidido sustituir totalmente estos dos puentes que tenían ya cerca de un siglo de vida, y apenas podía soportar el paso de camiones de medio tonelaje. Ahora se hará una infraestructura totalmente nueva para todo tipo de vehículos. El coste total de la factura asciende a 11 millones de euros.
En cuanto al Crémaillère Express, la estación asegura que la crisis internacional y de nuevo la guerra de Ucrania está provocando retrasos a su remonte. Así que la empresa encargada de la instalación y la obra de las dos terminales de salida y llegada le han dado como nuevo plazo de entrega el 3 de diciembre. De nuevo a pocos días del inicio de la temporada de esquí, que en el Pirineo francés suele ser a partir de la segunda quincena de ese último mes del año.
También sube el coste del telecabina. Si en 2019 se presupuestó en 18 millones y tras el retraso por la pandemia subió a 19 millones, ahora la factura asciende ya a... ¡26 millones de euros!.
Pero siempre hay quién sabe sacar una lectura positiva de todo esto. Según recoge ladepeche.fr, el presidente del Departamento de Haute-Garonne, Sébastien Vincini, ha dicho que,
"ahora ya son 37 millones los euros que se han invertido para garantizar la sostenibilidad de la estación de Luchón-Superbagnères y apoyar el desarrollo del turismo en todo el valle de Luchon".
De todas maneras la temporada se está comportando con bastante tranquilidad. Comenzó más tarde por el mal invierno que se sufrió en Europa, pero desde entonces las instalaciones han ido abriendo con reugularidad y los comentarios de los esquiadores están siendo bastante positivos.
