Hay unanimidad general en que las obras que se están realizando en la estación de esquí de Valgrande Pajares actualmente están yendo a un ritmo extraordinario. Pero también hay que recordar que la aprobación de esta primera fase del proyecto de desestacionalización costó mucho tiempo. De hecho a principio de este pasado verano todavía no se tenía claro cuando se iba a comenzar o si iba a dar tiempo antes del comienzo de la temporada de esquí.
Por eso algunas voces como la de la alcaldesa del Ayuntamiento de Lena, Gema Alvarez, apremian para que el Principado de Asturias se ponga a trabajar lo antes posible en la redacción de los proyectos de la segunda fase, los que deben llevar a una desestacionalización real de la estación de esquí de Valgrande-Pajares y convertirla durante los meses de verano en un centro de actividades de montaña.
No hay que olvidar que el principal objetivo del nuevo telecabina Cuitu Negru de Valgrande Pajares es el poder facilitar el acceso a las familias en verano. Pero para que además tenga éxito tiene que haber una oferta de actividades para esos meses fuera de la temporada de esquí.
En la primera fase del proyecto de modernización de la estación de esquí de Valgrande Pajares se han hecho muchas actuaciones. Lo que otros complejos invernales hubieran hecho en dos partes, aquí se ha hecho en apenas tres meses. Así, desde finales del mes de julio hemos visto como han retirado dos telesillas y tres telesquís. Además han recortado el Brañilín, han cambiado de sitio la terminal de salida y además han realizado toda la obra civil de un telecabina que se estrenará dentro de unas semanas.
"Si la primera fase del proyecto de Valgrande Pajares era la modernización, la segunda parte deberá llevar el apellido de desestacionalización."
Porque lo que esperan hosteleros y empresarios del valle es que el motor económico que es el esquí en invierno, pueda verse duplicado en verano. O al menos en una gran parte. Y para ello se ha de empezar a redactar los proyectos para construir una tirolina, las atracciones de tubbings o incluso un alpine coaster, que es el nombre para una montaña rusa en zonas de altura como una estación de esquí.
Este Alpine Coaster, según recordaba La Nueva España hace unos días, es la parte más costosa de la segunda fase del proyecto de Valgrande Pajares. Se calcula que la inversión ascenderá a 1,7 millones de euros. La salida se colocaría en la zona del telesilla de Les Patines, que ha sido uno de los remontes que se han desmontado, y el recorrido sería de un kilómetro aproximado con un desnivel de unos 400 metros cuesta abajo.
En la zona donde estaba el telesilla de Patines también se quiere instalar el Tubbing. Una atracción que puede ponerse en marcha también tanto en verano como en invierno. La inversión contempla la pista seca y una cinta de transporte.
Son dos tipos de instalaciones de éxito seguro. Solo hay que ver la ebullición que hay en el Tobotronc de Naturlandia o el Magic Gliss de Grandvalira en invierno, y especialmente en verano, donde muchos días se cuelga el cartel de completo.
Sin estas atracciones y otras más que se tienen ideadas para desestacionalizar, los turistas de verano se encontrarán un telecabina que solamente servirá para dar acceso a senderismo de altura y bajada de aficionados a la mountainbike.
