“Con él perdemos a un entusiasta pionero del teleférico y a un valioso compañero que siempre se ha identificado en cuerpo y alma con nuestra empresa”.
Son palabras que la empresa Garaventa AG, hoy incluida en el grupo Doppelmayr, escribía sobre su fundador fallecido el pasado viernes 21 de octubre a la edad de 88 años.
El teleférico fue lo inventó el ingeniero cántabro Leonardo Torres Quevedo en 1887, pero Willy Garaventa fue sin duda uno de los grandes impulsores para que este medio de transporte por cable se expandiera por medio mundo. Hoy, la mayoría de remontes de este tipo que hay en Suiza llevan su apellido, el mismo nombre con el que fundó la empresa el 1 de enero de 1957.
Realmente los orígenes de la empresa se remontan a 1928, cuando Karl Garaventa, un italiano nacionalizado suizo, comienza a construir en el cantón de Schwyz remontes por cable para el transporte de maderas y otros materiales. 29 años después traspasa el negocio a sus hijos Karl Jr. y Willy, quienes crean entonces la compañía Karl Garaventa's Söhne für Seilbahn- und Maschinenbau, más conocida después como Garaventa AG, y vendida en 2002 al grupo austriaco Doppelmayr.
En 1968, tan solo 11 años después de la creación de Garaventa AG,la empresa empieza su internacionalización poniendo un pie en la estación californiana de Squaw Valley (hoy renombrada como Palisades Tahoe Ski Area), donde Willy Garaventa instala el que por entonces se consideró como el teleférico más largo del mundo.
Fue toda una proeza mundial, un aperitivo de lo que aquel hombre era capaz de hacer. Un ingenio sin límites que le llevó a poder llevar a cabo construcciones que fueron pioneras, como el primer teleférico con cabinas rotatorias. Las cabinas del Titlis-Rotair-Bahn en Engelberg, giran sobre si mismo lentamente en su viaje de subida y bajada, para que todos los pasajeros puedan admirar el paisaje que les rodea en todo momento.
En 1995 quiso ir más allá, y Garaventa AG construyó el primer teleférico de dos pisos en la estación de esquí de Samnaun (Suiza). También en su país instaló el Stoosbahn, un remonte considerado como uno de los más empinados del mundo, ya que en algún tramo de la pendiente llega a superar el 110% de inclinación.
La fusión con Doppelmayr en 2002 no significó su desaparición como si pasó cuando los austriacos compraron la compañía suiza Von Roll Seilbahnen AG en 1996. Al contrario, Garaventa AG se consolidó como especialista en Teleféricos y Funiculares, y hoy en día es la encargada de la empresa en construir este tipo de remontes, que además mantiene el nombre que le pusieron los hijos de Karl en 1957.