Muchos telesillas en los Alpes tienen asientos calefactados. Son aquellos que cuando el esquiador se sienta nota el culo caliente. Fue una de las primeras aplicaciones en comodidad para los remontes. Luego llegaron otras como las sillas con amortiguación, barras automáticas, wi-fi y hasta enchufes para cargar el móvil. En los últimos años todos estos complementos, incluso la calefacción, se están viendo también en los telecabinas.
Esto en los años que hemos tenido electricidad barata no ha sido ningún problema para las estaciones de esquí. Pero la energía se ha vuelto prohibitiva y además podría no haber tanta como se quisiera. Algunos gobiernos han pedido a las empresas que gasten menos este invierno, e incluso alguno ha asegurado que en caso de necesidad se cortará la luz durante algunas horas para garantizar el suministro doméstico y comercial.
Medidas excesivas que el ciudadano probablemente ni notará. Pero muchas empresas están acelerando su conversión a sistemas energéticos más eficientes. Las estaciones de esquí llevaban años en este sentido. Unas con más rapidez que otras.
Uno de los puntos donde se ha avanzado muchísimo es en los sistemas de nieve artificial. Los nuevos aparatos gastan mucha menos agua y electricidad. Y además cuentan con programas informáticos que detectan el momento exacto para ponerse en marcha o apagarse. De esta manera no se pierde un solo m3 de nada.
Los remontes también están avanzando. Ya vemos como tímidamente se está probando telesillas que pueden funcionar en parte con placas solares. Alguno, si no es para un gran trabajo, podría hacerlo al 100% con energía renovable. Está lejos todavía de que sean autosuficientes, pero si se logra que gasten menos, se llegará antes a este punto.
Pero para que la experiencia sea completa, no se debe sacrificar las comodidades que hemos visto en estos años. Entre ellas los asientos calefactados.
Hasta ahora la calefacción de estos remontes funciona casi toda la temporada. Una vez se pone en marcha ya no se para en ningún momento. Haya una alta afluencia de esquiadores o no, o sea uno de esos días con temperaturas suaves.
Cuando la silla llega a la estación de salida en la cota baja, se conecta a un sistema de recarga que calienta el asiento. Suele durar casi todo el trayecto.
Casualmente el año pasado Leitner comenzó a probar un nuevo sistema de eficiencia energética para telesillas con asiento calefactado el cual bautizó como Intelligent Heat Detector (IHD). Lo hizo a propuesta de la estación de esquí de Kitzbühel, así que fue en este complejo invernal donde se ha estado testando.
En concreto el Intelligent Heat Detector (IHD) se instaló en el telecabina Fleckalmbahn de diez plazas y en el telesilla Ochsalm de ocho asientos, ambos de Leitner lógicamente.
Lo que hace el IHD es detectar la temperatura superficial de telesillas y telecabinas, transmitir los datos al sistema, que a su vez en función de los parámetros recibidos, activa o no la calefacción de los asientos, favoreciendo así un valioso ahorro energético.
Si a esto se le puede añadir el sistema EcoDrive que detecta la cantidad de esquiadores que hay en cola para poner en marcha el remonte en modo lento o rápido y ahora también para encender la calefacción o no al paso de una silla dependiendo de si va a montar alguien o no.
