Alemania quiere unos Juegos Olímpicos. Las próximas ediciones vacantes son las de la edición de invierno de 2034 o los de verano en 2036. Estos últimos servirían para conmemorar el centenario de Berlín-1936, pero tampoco sería algo muy apropiado teniendo en cuenta que se organizaron bajo una política totalmente nazi.
Actualmente hay cuatro ediciones olímpicas ya adjudicadas. Las ediciones de verano de Paris 2024, Los Angeles 2028 y Brisbane 2032, así como la de invierno en Milán-Cortina d'Ampezzo 2026. La de 2030 se deberá decidir dentro de unos meses entre tres candidatas: Saporo, Salt Lake City y Vancouver. Probablemente el COI designe dos ganadoras seguidas.
Por eso Thomas Weikert, presidente de la Deutsche Olympische Sportbund (DOS ha asegurado también, que estarían dispuestos a esperar a los de 2038.
Lo que no está tan claro es la ubicación de las sedes olímpicas. Ni las de invierno ni las de verano. Weikert afirmó que empezará a estudiarse pronto pero que no cree que tengan una decisión hasta pasado los Juegos Olímpicos de verano en París 2024.
“No nos comprometemos a nada de antemano. Las nuevas directrices del COI nos dan más flexibilidad. Por ejemplo, no tiene que ser solo un lugar donde se celebren los Juegos Olímpicos y Paralímpicos, según la interpretación moderna también puede haber dos escenarios distintos”.
Thomas Weikert aseguró también que antes de tomar una decisión oficial, se convocarán referéndums entre la población afectada. Y esto es un punto que tiene todas las papeletas para tumbas la candidatura.
La opinión pública ha sido el mayor obstáculo en el camino de Alemania para albergar sus primeros Juegos Olímpicos desde Munich 1972. Ya lo intentaron para la edición de verano de 2032 en la región del Rin-Ruhr, la zona metropolitana más grande del país, situada entre las ciudades de Colonia y el sur de Bonn. Las votaciones fueron la sentencia de muerte para una candidatura que finalmente se llevó Brisbane en Australia.
También Hamburgo fue propuesta para los Juegos de 2024, pero no logró avanzar cuando los ciudadanos la rechazaron por poco en una votación de 2015. Múnich perdió por la misma razón las candidaturas de 2018 y 2022 para organizar la edición olímpica de invierno. Ambas derrotas en referéndum se produjeron después de que Thomas Bach, de nacionalidad alemana, asumiera la presidencia del COI.
Si la posibilidad de que Alemania quiera presentar candidatura a unos Juegos de Invierno podría favorecer que el COI no adjudicara directamente las ediciones de 2030 y 2034, por otra parte el temor a los referendums podría hacer que desde Lausanne se prefiriese agarrar las dos próximas olimpiadas de nieve y hielo y no jugársela a encontrarse de nuevo con falta de candidaturas.
La única vez en medio siglo que lograron materializar una candidatura y presentarse en Lausanne para ganarla, fue para los Juegos Olímpicos de Invierno de 1992. Se presentó la ciudad de Berchtesgaden en los Alpes Bávaros, pero recibió la menor cantidad de votos entre siete candidatos. Finalmente se fue a Albertville (Francia) donde Blanca Fernández Ochoa se volvió con un bronce para España. La primera medalla olímpica de una deportista española.