La Niña, ese efecto meteorológico del que este invierno probablemente nos cansemos de oír hablar, en Japón es toda una bendición para los amantes del freeride. No tanto para el ciudadano mundano, que pasará más frío y tendrá que tirar mucho más de calefacción aumentando la necesidad de combustibles en el segundo mayor importador mundial de gas natural licuado (GNL).
Y esta es una de las malas noticias. Y es que Europa se ha lanzado a la búsqueda desesperada de un proveedor de GNL que no hable ruso. Si en Japón se vuelve a registrar un invierno como el pasado, se va a ver involucrado en la salvaje competencia de los países de la UE, dispuestos a pagar precios astronómicos por esta materia prima.
Para los amantes del frío y el powder de Japón, esto será un mal pasajero. Y es que según la predicción de la Agencia Meteorológica de Japón, La Niña seguirá actuando en el hemisferio norte. Recordemos que es ese efecto meteorológico que enfría las aguas en el hemisferio sur llevando temperaturas frías y muchas precipitaciones, mientras que aquí en el norte podría dejar el termómetro más alto de lo normal y restarnos precipitaciones.
Pero en Japón La Niña deja nieve, frío y powder. Según el pronóstico de la JMA para los meses de diciembre a febrero, la probabilidad de nevadas será un 40% superior a la media en las regiones donde están las mejores estaciones de esquí del país como son Hokkaido en la isla norte y Tohoku en la isla sur. En otras prefacturas los valores podrían ser mejores, con un 20% de posibilidades de que no sean mejores que la media habitual. Es el caso de Hokuriku al sur, donde encontramos complejos invernales de talla internacional como Shiga Kogen y Myoko Kogen.
También ha habido apuestas por las temperaturas. Parece que hay un 70 % de probabilidad de registros por debajo del promedio Hokkaido y Tohoku. Este porcentaje sube al 80 % en Hokuriku.
¿La parte negativa de todo esto? Pues la poca cantidad de horas de sol. Quién haya ido a esquiar a Japón, especialmente a la isla norte, sabrá de la de powder que hay por aquellas latitudes. Pero también que esas nevadas continuas se hacen a costa del sol. Y este invierno todavía podría ser más difícil de ver. La JMA cree que hay un 20% menos de días soleados que el promedio.
Con todo, estos pronósticos a largo plazo suelen ser complicado de acertar al 100% ya que la meteorología depende de muchas variables que todavía podrían estar por aparecer. Solo fenómenos globales como La Niña son más confiables.