Falta poco más de un mes para el inicio de la Copa del Mundo de esquí alpino 2022-2023 y hasta hace unas horas la situación en el Rettenbach estaba francamente mal. El verano tan riguroso que hemos vivido que ha obligado a cerrar otros glaciares en los Alpes, no había pasado de largo por Soelden.
El glaciar de Solden acoge tradicionalmente la primera prueba de la Copa del Mundo de esquí alpino. Un Gigante femenino que este año será el sábado 22 de octubre y uno masculino el domingo 23. A la estación de esquí austriaca le gusta ser la primera porque son fechas con muy baja ocupación hotelera, así que es la oportunidad de traer turistas.
Hacerlo temprano en el calendario tiene sus riesgos, pero tan solo una vez o dos ha tenido que cancelarse la prueba por falta de nieve. Todo un riesgo porque es la única etapa que si no se hace, no se reprograma en otra estación de esquí más adelante.
La altura del glaciar Rettenbach, a unos 2.700 metros en los Alpes, permite garantizar la nieve. Pero desde hace unos pocos años también se crean depósitos para almacenar parte de las nevadas del invierno. Luego cuando los técnicos de la organización lo consideran oportuno, destapan lonas y reparten por la pista de Copa del Mundo todo lo que queda de lo guardado desde el invierno anterior.
Pero este años los depósitos no estaban muy boyantes porque las nevadas no fueron generosas en invierno. Y en verano las temperaturas han sido rigurosamente calurosas. No se ha evaluado como están actualmente, pero lo que si estaba claro es que sin una mínima base de nieve natural no se podría empezar a preparar.
Finalmente 'Frau Hollen' ha dejado caer sus primeras nevadas. La 'madre naturaleza', como se le conoce en los países germanos, apareció ayer viernes dejando una estampa realmente blanca, tapando rocas, montañas y dejando la primera imagen blanca a muy pocos días del comienzo del otoño.
Habrá que examinar lo que ha dejado. Se necesita de 20 a 30 centímetros de espesor para comenzar a trabajar y unos 10 días de frío para preparar la nieve. Ya sea la almacenada desde la primavera como la que pueda ser producida.
De momento con lo que ha caído y la bajada de las temperaturas, ha permitido empezar a esparcir algo de esa nieve guardada por el estadio de entrenamiento Karleskogel, donde algunos corredores han empezado ya a esquiar.
Los austriacos completarán aquí algunos de los ejercicios que hacen estos días en gimnasio tras volver de Sudamérica, pero se irán también al Pitztaler Gletscher que abrirá el próximo día 1 de octubre, y al de Saas Fee que aunque no ha llegado a cerrar, ha estado trabajando en condiciones muy extremas.
No obstante este fin de semana nevaba también en Suiza a partir de los 1.500 metros de altura.
La nieve cubre el estadio de competición de Soelden