El miércoles se podrá esquiar en pleno Estocolmo. Hammarbybacken, la estación de esquí situada sobre una colina de la capital de Suecia ha estado trabajando este verano en la habilitación de uno de sus trazados para colocar una pista de casi medio kilómetro de Neveplast.
Se trata de un material plástico que se lleva fabricando desde hace muchos años, pero que en los últimos tiempos está tomando un gran impulso a medida que han ido mejorando sus cualidades técnicas. No solo a la hora de hacer el deslizamiento tan similar al de una superficie en nieve real, sino que el material con que se fabrica ya es recliclado y reciclable.
Hammarbybacken pertenece a Skistar, uno de los colosos de la industria de las estaciones de esquí en Europa. Concentra todos sus activos entre Suecia y Noruega donde controla otros centros invernales tan importantes como Are, Salen, Vemdalen en Suecia, además de Trysil y Hemsdal en Noruega.
La colina de Hammarbybacken es en gran parte artificial. Cuando en 1919 se construyó allí un trampolín de saltos apenas tenía una elevación de 55 metros. Aunque alguna vez se echó algo más de tierra, no fue hasta 1983 cuando realmente registró su primera gran aportación para hacerla crecer hacia arriba. Las tierras y escombros de la construcción de un gran estadio en Estocolmo sirvió para elevar hasta los 87,6 metros.
Pueden parecer pocos pero ya sirvieron para crear alguna pista, colocar alumbrado (algo básico en una zona del planeta donde la luz del sol dura mucho menos en invierno) y hasta se instaló un primigenio sistema de nieve artificial.
Desde entonces se ha intentado aprovechar los escombros de grandes construcciones para ir elevando cada vez más su cota. En 2007 por ejemplo, un año después de que se la quedara Skistar, se echaron tierras de Hammarby sjöstad, un gran desarrollo urbanístico que transformó el centro de Estocolmo.
Hoy aquella colina de de 55 metros ha doblado casi su altura hasta alcanzar la cota de los 93,5 metros. Y por el momento parece que se quedarán aquí, ya que la transformación de esa montaña artificial ha implicado en convertirla en un verdadero parque de atracciones con actividades de todo el año.
No es la única colina artificial de Estocolmo que se ha dedicado al esqui, pero si desde luego la que más desarrollo está registrando. Skistar pretende vender 7 millones de días (de esquí o de actvidades) para 2030.
Al esquí en invierno se ha sumado otras instalaciones como un alpine coaster, rutas de bicicleta, senderismo y parques de aventura durante el verano. Y desde el 7 de septiembre se sumará una pista de 470 metros para poder esquiar los 12 meses del año.
En invierno el trazado estará cubierto de nieve, pero a partir de la primavera cuando los rayos del sol tarden más en irse y venga el deshielo no habrá que dejar de esquiar. Se podrá hacer sobre Neveplast.
La pista principal tiene 470 metros y un desnivel de 81m, los que van desde la cota de 10 metros desde donde se toma el telesquí de 270 metros de largo hasta los 91 metros que es donde se suelta la percha.
También hay una pequeña pista para dar los primeros pasos de tan solo 35 metros con una cinta de debutantes.
Aunque la nueva pista de esquí de Hammarbybacken va dirigida especialmente a la formación y aprendizaje, también se ha pensado en los esquiadores más experimentados. Para que también puedan divertirse la parte más exigente del recorrido (en la parte superior) la pendiente alcanza un 30% de desnivel, que disminuye al 20% en la parte central y al 8% en su tramo inferior. La pista tiene una capacidad de unos 120 esquiadores.
En la parte alta de la pista también se ha construido un snowpark “SkiStar Snow Park” de unos 1500 m2 con módulos como rails, saltos y boxes. El sueco Jesper Tjader, uno de los mejores freeskiers del mundo será el embajador y asesor de esta nueva área de freestyle
La enseñanza del esquí es desde luego uno de los grandes negocios de las estaciones. El cliente suele ser alguien que tiene que alquilar el material, pagar el forfait y pagar las clases. Además permite que los profesores no tengan que irse a otro hemisferio a seguir trabajando o buscarse un empleo alternativo.
Otras instalaciones similares
Otras 'backen' (colina en sueco) destinada al esquí en Estocolmo son Botkyrkabacken donde se esquí desde los '70 a los '90. Alcanza los 75 metros artificiales en su mayoría.
Sí se esquia actualmente en Ekebyhovsbacken (82 metros) y Ekholmsnäsbacken (62 metros). También en Flottsbrobacken, la más alta con 102 metros y con una pista de slalom de 700 metros. Vårbergstoppen llega a la cota 92 m y un circunferencia de 350 metros. Högdalstoppen alcanza los 67 metros de altura gracias a 65 millones de metros cúbicos de escombros.
En España no hay nada parecido pero si que hubo alguna pista sintética en el pasado, como por ejemplo en Asturias o la montaña de Montjuic (Barcelona). Actualmente las pistas de Neveplast como la que hay en Vall de Núria se destinan a trineos y tubings infantiles. Quizas algún día alguna de nuestras estaciones de decidan a instalar algún trazado de estos para poder enseñar durante el verano.
La pista de Hammarbybacken de 470 metros de largo es probablemente la segunda más larga de Europa. En Serbia montaron una en 2019 de nada menos que 800 metros de longitud. En Chehenia se cree que está la más larga del mundo con 1,3 kilómetros mientras que en Ucrania han ido más allá y hace unas semanas inauguraron una 'híbrida' de manera que las piezas sintéticas se pliegan en invierno de forma automática para poder dejar espacio a la nieve. En este caso el fabricante fue el alemán Skitrack.
Algunas personas han tenido la suerte de poder probar la nueva pista de esquí de verano de Estocolmo