El pasado 24 de junio los Estados Unidos dieron un nuevo paso atrás en su democracia. Desde ese viernes el derecho constitucional al aborto es historia en ese país. La decisión, que amenaza con cambiar la nación de una manera aún difícil de predecir, devuelve a los 50 Estados asociados la potestad de legislar sobre el tema. Se calcula que 26 están dispuestos a derogarlo. De hecho algunos como Texas, Oklahoma o Utah o ya se han apresurado al veto.
Las mujeres que residan en esos Estados que decidan abortar por alguna razón, deberán ir a otros que si lo permitan. Los siempre progresistas estados del sudoeste de los Estados Unidos, como el de California, Oregon o Washington han asegurado que se mantendrá la democrática decisión que pueda tener una mujer sobre su cuerpo.
No habrá problemas para las mujeres con recursos económicos que quieran trasladarse a otro estado para ejercer su derecho al aborto. Quién no podrá serán las de bajos recursos económicos. La lógica dice que la nación incrementará los hijos que no podrán ser mantenidos, sobre todo en un país como los Estados Unidos donde la cubertura social, sanitaria o escolar, es prácticamente nula.
Mientras algunos estados deberán prepararse para un incremento de futuros delincuentes, empresas del mundo de las finanzas, los medios de comunicación, la tecnología y la sanidad han ido anunciando que financiarán los viajes de sus trabajadoras que necesiten acceder a abortos seguros y legales y a otros procedimientos.
Entre las empresas está JPMorgan Chase & Co, Meta Platforms Inc. (Facebok, Instagram y Whatsapp), Walt Disney Co. o las empresas de atención a la salud CVS Health Corp. y Biogen Inc. También Microsoft, Amazon, Apple, Airbnb, Bank of America, H&M, Netflix, PayPal, Goldman Sachs, Starbucks, Patagonia, Tesla, Uber o Yelp.
En el mundo de la nieve también muchas empresas y estaciones de esquí han anunciado que financiarán los costes de trasladarse a otro estado a practicar un aborto seguro. Y es que se espera que en muchos de estos estados favorables a la prohibición, empiecen a desarrollarse una red de clínicas ilegales para mujeres sin recursos económicos. La seguridad de estos centros será la mínima como suele ocurrir en los negocios 'paralelos'.
Vail Resorts ha sido una de las primeras del sector del esquí que ha anunciado que apoyará a las empleadas que necesiten abortar o realizar otros cuidados reproductivos. Lo anunció ayer por la tarde a través de un mensaje enviado desde la cuenta oficial de Twitter de la compañía
La situación afecta especialmente a Park City Mountain Resort, situada en el 'estado mormón' de Utah, donde se ha prohibido totalmente cualquier posibilidad de aborto.
En Winsconsin Vail Resorts es propietaria de Wilmot Mountain. En este estado la opción de aborto está restringida a algunos casos. Idéntica situación de Big Boulder, Jack Frost y Hidden Valley Resort en Pennsylvania.
Si alguna de las empleadas de estas estaciones de esquí necesita trasladarse para abortar, Vail Resorts financiará hasta con 4.000 dólares para cubrir los servicios que no se ofrecen en el estado. En el twit la compañía advierte que
"Creemos que todos tienen derecho a tomar decisiones sobre su propia salud reproductiva, sin importar dónde vivan. Hemos ampliado la cobertura para el aborto en nuestros planes médicos para agregar un nuevo reembolso de viaje de hasta $4k si los servicios cubiertos no están disponibles en su estado"
"Vail Resorts tiene su sede en Colorado, donde los abortos siguen siendo legales en todas las etapas del embarazo. Sin embargo, opera 41 áreas de esquí y snowboard en los Estados Unidos, Canadá, Australia y Suiza."
“Tenemos decenas de miles de compañeros de equipo en los EE. UU. repartidos en 16 estados que ahora, debido a la decisión de la Corte Suprema de anular la sentencia Roe v. Wade, tendrá un acceso variable a la atención médica reproductiva”.
