Un gran operativo, y mucho arrojo por parte del personal de rescate, permitió sacar con vida a un esquiador italiano en Zermatt, que bajando fuera de pista cayó en el interior de una grieta, por donde además discurría un fuerte torrente de agua helada que lo arrastró unos metros adentro por el túnel que se había formado.
Su acompañante contactó rápidamente al personal de rescate de la estación de esquí. Después de unos minutos, un helicóptero de rescate de Air Zermatt llegó al lugar del accidente. Al ver que la situación era poco clara, también se trajo material para rescates en avalanchas y grietas.
Dado que la víctima no pudo localizarse inmediatamente bajo el manto de nieve, llamaron a cuatro especialistas de rescate que llegaron en helicóptero. Además, también se convocó a varios paramédicos y asistentes de vuelo de Air Zermatt, así como a un adiestrador con su perros en búsqueda de avalanchas y al buzo más próximo al lugar del accidente.
Después de una hora, y a diez metros más abajo del punto del accidente, finalmente se pudo localizar a la víctima con una sonda. Sin embargo, el rescate no fue menos difícil al estar dentro del agua. El buzo que se había llamado todavía no había podido llegar al estar bastante lejos cuando se le contactó. La condición del esquiador se había deteriorado mucho, así que uno de los rescatistas bajó haciendo rappel y metiéndose en la corriente helada.
El agua había arrastrado tan adentro al chico, que el rescatador explicó después, que esa zona estaba oscura, pero que finalmente pudo localizar al accidentado. Con la ayuda del material de rescate de grietas, el paciente, que ya no respondía, fue sacado de una profundidad de cinco metros.
El rescate llegó en el último segundo, la víctima permaneció en el agua del glaciar durante dos horas completas y ya presentaba un cuadro severo de hipotermia. Con una temperatura corporal de tan solo 26ºC grados, fue trasladado en avión al Inselspital de Berna (Hospital universitario).
El inusual rescate acabó en éxito. Air Zermatt explica que el esquiadoe ya se encuentra rehabilitado y está bien.
"Todo esto se lo debemos sobre todo a la buena coordinación óptima entre el piloto, el paramédico y los especialistas en recuperación y rescate".
Esta zona, aunque es fuera pista, es muy visitada en esta época del año, sobre todo por los amantes de la fotografía gracias a las espectaculares imágenes del deshielo en primavera.
Por esa pequeña cavidar tuvo que meterse el rescatador para sacar al esquiador