Mantener una estación de esquí a base de vender forfaits y clases es hoy en día muy complicado. La mayoría de grandes centros invernales del Pirineo, han potenciado su oferta de restauración, terrazas y/o apré-ski. El que ha podido incluso ha centralizado la parte de la enseñanza y hasta el alquiler de material.
La estación de esquí de San Isidro hoy por hoy sigue facturando a base de vender forfaits principalmente. También hay entradas por material y canon por concesiones. La restauración se centra en prácticamente la cafetería de la estación. Es verdad que esto permite que la hostelería del área de influencia de la estación de esquí se beneficie, pero resta ingresos a las arcas del complejo invernal. El resultado es que, con una temporada de esquí récord en facturación, en la que se ha cerrado con 3,7 millones de euros, ha habido pérdidas igualmente, que en esta ocasión han sido de 1 millon de euros.
El presupuesto que destinó la Diputación de León este invierno a la estación de esquí de San Isidro es de 4,8 millones de euros. 2,4 de esos millones se van en sueldos de los trabajadores, más otros 700.000 en inversiones para afrontar la temporada. En total, 3,1 millones de gastos.
Luego hay que esperar a que se cierre la temporada para ver cuanto se puede devolver. Este año han sido 3,7 millones gracias a la facturación récord. El poco más de millón de euros que queda hasta los 4,8 millones, deberá salir de las arcas de la Diputación de León.
Y eso que el objetivo de la Diputación de León era la de ingresar solo 1,7 millones en toda la temporada de esquí, pero la extraordinaria respuesta de los esquiadores, gracias a las nevadas y a las ganas por volver a las pistas con normalidad tras un año anterior con restricciones por COVID, ha permitido más que doblar las previsiones, facturando 2 millones más.
Tal como advertía hace unas semana el diario lanuevacronica.com, ahora la cuestión es en como encontrar el equilibrio para encontrar la fórmula que permita que cada esquiador haga más gasto en la estación, sin perjudicar de esta manera a los hosteleros y restaurantes de la Montaña Central, que tienen en los turistas de San Isidro sus pocas oportunidades para generar ingresos.
Una de las bazas es la tan ansiada fusión con Fuentes de Invierno. Las sinergias entre ambas estaciones de esquí podría permitir optimizar gastos e incrementar la entrada de esquiadores.