Es posible que Jaca sea la localidad que más veces se ha presentado para organizar unos Juegos Olímpicos de Invierno, o al menos acoger algunas pruebas.
Las primeras reuniones para presentar una candidatura se hicieron a mediados de los años '80. Desde aquella primera vez, Jaca lo ha intentado cinco veces. La última ya como sede para unos Juegos de Invierno compartidos entre Aragón y Cataluña.
Jaca 1998: Comienza la carrera

En el año 1981, Jaca organiza sus primeras Universiadas. Había sido elegida como candidata organizadora en 1979, tras haberse impuesto primero a la ciudad de Lleida. Para Jaca este era un primer paso, no solo para impulsar la economía de la zona, sino como posibilidad de dar un primer paso de cara a una aspiración mayor: unos Juegos Olímpicos de Invierno.
Pese a que se inauguraron un 24 de febrero de 1981, tan solo un día después del intento de golpe de estado por parte del Teniente Coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero, la organización demostró la capacidad para organizar eventos deportivos.
Es así como se empieza a pensar en formalizar una candidatura a los Juegos Olímpicos. Primero a los de 1992, a los que también se quería presentar Granada con Sierra Nevada. Pero Juan Antonio Samaranch aconsejó al COE que presentaran una candidatura a los Juegos de Verano. El 21 de diciembre de 1983 se decidió descartar las candidaturas de Jaca y Granada para los Juegos de Invierno de 1992 en beneficio de la opción de Barcelona para la de verano.
La ciudad catalana ganó la candidatuta de verano, mientras que Albertville se quedó con los de invierno.
El Gobierno de España se comprometió a apoyar a Jaca en su siguiente intento. Los oscenses no quisieron esperar mucho mas, así que prepararon un informe para los Juegos Olímpicos de invierno de 1998.
El proyecto tuvo un apoyo casi unánime de instituciones y sociedad tanto española como aragonesa. La comarca no contaba con suficientes infraestructuras y carecía del alojamiento necesario. El aeródromo de San Cilia y el aeropuerto de Zaragoza no podían asumir una afluencia de turistas para unos Juegos Olímpicos.Las pruebas deportivas de esquí se las repartían Astún y Candanchú, mientras que a Formigal le dejaban tan solo la prueba de combinada alpina.
Junto a Jaca, se presentaron Nagano (Japón), Ostersund (Suecia), Salt Lake City (Estados Unidos) y Aosta (Italia). La ciudad aragonesa a punto estuvo de ser la ganadora tras obtener 19 votos, pero aquel 15 de junio de 1991, Juan Antonio Samaranch acabó nombrando a los japoneses tras llevarse 21 votos.
Jaca perdió 308 millones de pesetas (1,8 millones de euros) por el dossier del proyecto, que entregaron a los 18 miembros del COI en maletas de madera de nogal con el territorio olímpico jacetano en su interior hecho de escayola.
Por cierto, Sierra Nevada apostó por el Mundial de esquí alpino, que luego consiguió para el de 1994.
Jaca 2002: Sin apoyos internacionales

La presentación de Jaca'92 no pasó el primer corte
Por aquellos años los Juegos Olímpicos estaban de moda. Prácticamente era el único gran evento deportivo a escala internacional, y solía presentarse muchas ciudades. Así que a partir de 1995 el COI implantó un primer “corte” del que salían cuatro candidatas.
El 23 de enero de 1995, el comité ejecutivo de la candidatura jacetana estaba en Lausana, sede del COI, donde a partir de las 9.30 la comisión de selección debía nombrar a las cuatro ciudades aspirantes que acudirían en junio a la elección final de Budapest. Las posibilidades eran complicadas, ya que tres de ellas, Salt Lake City, Ostersund y Quebec tenían asegurada su plaza.
Tras escuchar los argumentos de las nueve aspirantes, la Comisión de Evaluación dejaba rápidamente fuera a Jaca al no recibir los apoyos suficientes.
Aquellos Juegos fueron otorgados a Salt Lake City 2002, en lo que años má tarde se demostró como el primer gran caso de corrupción olimpica.
Jaca 2010: La candidata experta

En 2002 Jaca volvió a Lausane con su carpeta de candidata bajo el brazo. Y entonces sí pasó el primer corte. Pasó de aspirante a candidata. Previamente se había impuesto a Granada, que tras los Mundiales de esquí alpino de 1994, esperaba el apoyo del Gobierno para los Juegos de 2010. Pero la Comisión de Evaluación del COE puso su confianza en Jaca.
Y es que, si Sierra Nevada tenía unos Mundiales, Jaca tenía ya en su cartera dos Universiadas. Las de 1981 y la de 1985, además de un FOJE concedido para 2007, donde el Palacio de Hielo fue el gran protagonista.
Ya en esos años se apostó por la protección y el respeto por el medio ambiente en un entorno de desarrollo sostenible, la construcción de una Villa Olímpica para más de 3.500 personas y un área de 150 kilómetros cuadrados entre Huesca y Sabiñánigo, que diversificara las pruebas en distintos escenarios.
Las ciudades candidatas que habían pasado el cote fueron la propia Jaca, además de Pyeongchang, Berna, Sarajevo, Andorra la Vella, Harbin... y la gran candidata: Vancouver. Todas ellas tuvieron que pagar 632.043 euros (105.340 euros por presentarse al primer corte, 526.703 euros por pasar a la final). Es decir, que el CPI se embolsó solo por eso, 4.424.301 euros entre todas las candidatas.
Con una inversión millonaria y unas instalaciones deportivas abrumadoras, Vancouver aplastó literalmente al resto de candidaturas llevándose el premio olímpico. Fue quizás el comienzo de las inversiones millonarias que luego redobló Sochi 2014, siguió PyeongChang-2018 y Pekin 2022.
Jaca 2014: La última candidatura

En esta ocasión el enemigo estaría en casa. La apuesta porque Madrid acogiera los Juegos Olímpicos del 2012 representaba una interferencia para el COE en la posibilidad de traer los Juegos. La sombra de la duda por el fracaso de las anteriores candidaturas apuntaba ahora sobre la ciudad oscense. Meses más tarde, el COE daba marcha atrás y Jaca se convertía de nuevo en candidata olímpica.
La ciudad oscense arrancó la carrera olímpica con un proyecto muy similar al ofrecido en el año 2010. Con gran parte de las instalaciones ya construidas, la fortaleza de la Expo de Zaragoza y el enclave subyugador de los Pirineos, Jaca estaba más cerca que nunca de poder llevarse la cita. La expedición oscense aterrizó en Lausana con la ilusión como nota dominante, pero no pasó ni el corte.
Quedó en quinta posición de siete ciudades candidatas, y tuvo malas puntuaciones en los capítulos de alojamiento, transporte y legado. El COI exigía superar la nota media de seis para pasar el corte y Jaca se quedó en torno al cinco. Perdió los 150.000 euros por presentarse. Las que pasaron el corte aún tuvieron que poner otros 500.000 dólares más.
La elección cayó en manos del balneario ruso de Sochi. Fue la primera vez que se construyó de cero todas las instalaciones. Desde las pistas a los remontes. Es cierto que al menos quedó un legado, y hoy la estación de esquí de Rosa Khutor es una de las más visitadas del país.
Jaca en 2030: De candidata a sede deportiva
Último intento hasta la fecha de traer una cita olímpica a tierras aragonesas. La candidatura fue recibida con gran entusiasmo porque, ahora sí, las instituciones y el gobierno se habían volcado con el proyecto. Barcelona y Zaragoza pasarían a ser las futuras sedes, los problemas de alojamiento e instalaciones quedarían aparcados y la ciudad oscense conservaba una gran experiencia e interés en acoger los Juegos gracias a las dos Universiadas que ha organizado (1981 y 1995) y el FOJE 2017.
La llama olímpica volvía a encenderse de nuevo con gran esperanza y salían a la luz los primeros proyectos para llevarlo a cabo, pero esta vez, la antorcha parece que no acaba de prender. Aunque nadie ha puesto en duda que Jaca deba acoger alguna prueba olímpica, parece que la desavenencia entre los Gobiernos de Aragón y Catalunya, podría dar carpetazo al sueño de unos Juegos Olímpicos en los Pirineos. Al menos compartidos entre dos Comunidades Autónomas.
