El primer referéndum público en Japón, no se llevó a cabo hasta agosto de 1996 para conocer la opinión ciudadana sobre la construcción de una planta nuclear en Maki (prefactura de Niigata). Sirva esto como ejemplo de la poca tradición que tiene este país en consultar al pueblo. Hasta esa fecha las decisiones estaban monopolizadas por el llamado "triangulo de hierro" formado por "políticos, burócratas y empresarios.
Una serie de escándalos públicos ligados a la corrupción política que incluso obligó a la dimisión del Primer Ministro Noboru Takeshita en 1989, así como la sucesión de una serie de desastres naturales como el terremoto de Hanshin Awaji en 1995 en el que se detectó una gran suma de dinero desviado que debía se destinado a seguridad, así como el atentado con gas sarín del metro de Tokio ese mismo año, forzó al Gobierno a dar más transparencia en sus acciones, así como involucrar a la ciudadanía en la toma de decisiones.
Tras el referéndum de agosto de 1996, le siguió otro al mes siguiente por el establecimiento de bases militares de los Estados Unidos en Japón. Aún así, tampoco se siguen haciendo muchas encuestas, ni siquiera locales o a nivel de Prefacturas.
De todas maneras, las encuestas que se han hecho para los Juegos Olímpicos, han sido tradicionalmente negativas. Y esta para Sapporo 2030 no son distintas. Un estudio realizado hace unos meses, revelaba que el 60% de los japoneses se mostraba contrario a organizar unas Olimpiadas de Invierno. Sobre todo tras el fracaso de Tokio 2020 provocado por la pandemia del COVID (los costes se doblaron hasta una factura de más de 17.000 millones de euros).
Pese a todo esto, Katsuhiro Akimoto, Alcalde de Sapporo, ha asegurado que unas encuestas realizadas con posterioridad, revelaba que entre el 52 y el 65% de las respuestas eran positivas. Con estos datos realizados de manera privada y no bajo un referéndum público, Akimoto ha anunciado que tira por la vía directa hasta al cuartel general del COI en Lausanne.
Akimoto afirma que al menos el 92% de las instalaciones que Sapporo usaría en los Juegos de 2030 ya existen, pero existen preocupaciones sobre los costes que supondría remodelar todas esas infraestructuras, muchas de ellas usadas en el 1972 de Paquito Fdez. Ochoa, para adaptarlas a los estándares de calidad y seguridad que se exigen 50 años después.
El Comité Organizador de Sapporo ha presupuestado entre 200 000 millones de yenes (1.500 millones de euros) y 220.000 millones de yenes (1.700 millones de euros) en caso de que fueran seleccionados para albergar los Juegos. Ante sí tiene candidatos con mucha experiencia e instalaciones mucho más nuevas, como son Vancouver y Salt Lake City. Un cuarto contendiente es la de Barcelona-Zaragoza-Pirineos.
Para los Juegos Olímpicos de Invierno se realizaron votaciones en Oslo, Munich (Alemania), Cracovia (Polonia) y Graubünden (Suiza), todos con resultado negativo.
