Muchas han sido las marcas que han querido poner un pie en la Copa del Mundo de esquí alpino. Algunas lo lograron durante un periodo de tiempo, pero mantener un equipo en el 'circo blanco' no es nada barato. Apenas cuatro fabricantes, Atomic, Head, Rossignol y Fischer, son capaces de mantener todo un batallón de corredores capaces de hacerse el circuito entero tanto en disciplinas de velocidad como técnicas.
Otras marcas como Stöckli apuestan por un número más reducido, aunque más de una vez la le ha salido bien. Ahi tenemos a Tina Maze, que logró sus éxitos con la marca suiza, y más recientemente al también helvético Marco Odermatt, quien ya parece que se va a quedar el título de Campeón de la Copa del Mundo con este pequeño fabricante.
Precisamente a Marco Odermatt se le empieza a comparar con Marcel Hirscher. El suizo va muy disparado en la actual World Ski Cup. Con 845 puntos lidera la Clasificaciín General con 376 puntos más que el noruego Aleksander Aamodt Kilde. Con 12 carreras por delante todavía hasta el final de temporada (6 Descensos, 3 Super-G y 3 Slalom Gigante), podría incluso romper el récord personal de puntos de Marcel Hirscher. El austriaco logró llevarse el Gran Globo de Cristal en 2016 con 1.795 puntos.
Siguiendo ahora con Marcel Hirscher, las miradas están en los entrenamientos que está haciendo estos días. Se ha vuelto a enfundar el mono de competición, y aunque más de uno soñó con la vuelta a la World Ski Cup de la leyenda austriaca, la realidad que no podría aunque quisiera. Y es que aunque en la web de la FIS sigue como corredor en activo, se advierte también que no tiene permitido competir. ¿La razón? No se ha echo las pruebas anti-dopaje. Algo normal para cualquier corredor que cuelga las botas.
¿Por qué está entrenando estas semanas entonces? Para descubrir la razón, solo hay que fijarse en sus pies: lleva unos Van Deer Skis. Se trata de la marca de esquí que presentó el pasado otoño. Se trata de un proyecto en colaboración con una importante cadena de tiendas de venta y alquiler de material de esquí. Su objetivo es ir lanzando pequeñas tiradas. Este invierno ya han vendido los 1.500 pares de esquís puestos a la venta, a un precio que se acerca a los 1.000 euros cada juego.
Van Deer World Ski Cup
Pero otro de los objetivos es poder meter la marca en la Copa del Mundo de esquí alpino. Esta es la principal ambición por la que Marcel Hirscher se ha involucrado en el proyecto. Colabora en el diseño de cada modelo, y luego los prueba personalmente.
Hace unas semanas se le vio apretando las tablas de Slalom, y ahora es el turno de los esquís de velocidad. No fue nunca la disciplina favorita de Marcel Hirscher, pero eso no significa que no le diera bien a la modalidad más rápida de la World Ski Cup. No hay que olvidar que el austriaco fue capaz de ganar el Super-G de Beaver Creek en 2015, y además quedó tercero dos veces en esta disciplina. En 2018 fue medalla de oro en la Combinada de los Juegos Olímpicos de Invierno de Pyeongchang.
Pero en una época en que las disciplinas técnicas dominaban en el calendario de la Copa del Mundo de esquí alpino, Marcel Hirscher prefirió centrarse en el Slalom y Gigante para sumar puntos. Estrategia que como se puede ver le salió bien. Ahora quizás lo tendría más complicado.
Cuando Marcel Hirscher presentó la marca Van Deer Skis aseguró que "Estos esquís ganarán carreras de la Copa del Mundo". Objetivo sin duda más asequible que pretender llevarse el Globo de Marcas. Al fin y al cabo, no hay que olvidar que comenzó a competir en una de estos fabricantes más pequeños como es Blizzard, aunque luego se pasó a Atomic, con quien cosechó todos sus exitos en la Copa del Mundo.
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Marcel Hirscher hace una semana pasando palos con sus Van Deer Skis, y ayer probando la Velocidad
