Aramón cierra una Navidad que se ha dividido en dos partes diferenciadas por el tiempo, unas fiestas de buena afluencia en pistas y que, sobre todo, finalizan con ilusión, la que deja la nieve que ha vuelto a llegar a las estaciones de esquí del grupo y que permite afrontar un mes de enero prometedor.
Las Navidades han estado marcadas, tanto en el Pirineo como en Teruel, por el tiempo. Una primera etapa de solazo que ha permitido a los aficionados al esquí disfrutar de la nieve y las pistas con buen tiempo. Y es que las estaciones del grupo Aramón, además, ofertaban para estas fechas más de 200 kilómetros de pistas, todo el desnivel abierto en sus centros y partes, como el de Formigal-Panticosa, que alcanzaba los 150 kilómetros. Y una segunda etapa, tras entrar en el 2022 y más cercana a Reyes, en las que las precipitaciones en forma de nieve de forma intermitente han cobrado protagonismo.
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Pistas de Javalambre el sábado 8 de enero de 2022
La afluencia en pistas y la ocupación en los valles de montaña en los que opera el grupo Aramón ha sido buena, si bien algo mermada por el tiempo en los últimos días en los que las nevadas han vuelto. Unas nevadas que, no obstante, también llegan cargadas de ilusión. Y es que la nieve fresca y el descenso de temperaturas de los últimos días -que permite funcionar con los sistemas de innivación al cien por cien- mejoran la calidad de las pistas y hacen prever una ampliación de los kilómetros esquiables de cara a los próximos fines de semana.
Tanto la Navidad como el primer gran puente de la temporada, el de la Constitución, han puesto de manifiesto que la montaña, el aire libre y el deporte de nieve tienen una gran acogida y que son muchas las ganas de deslizarse por las blancas montañas del Pirineo y la sierra de Gúdar.
