No le importó que la pista por donde iba a pasar estuviera llena de esquiadores. No le extrañó en absoluto que el GPS del coche le indicara que debía ir por ahí. Simplemente obedeció ciegamente al aparato, y se metió con su coche en la pista. Tan adentro se metió, que tuvo que ser sacada de ahí remolcada por una máquina pisapistas.
Ocurió el domingo 2 de enero en la estación de esquí de Ehrwalder alm (Tirol, Austria) ante a estupefacción de los centenares de esquiadores que pasaban por esa zona en ese momento. La conductora alemana, había tomado un camino forestal que en invierno forma parte del dominio esquiable, pero el GPS del coche no hace discriminaciones.
La mujer iba desde la población de Ehrwald a la de Seefeld en Tirol, y el GPS le guió por la ruta más corta, que implicaba un tramo sin asfaltar, que en invierno se convierte en un trazado marcado para esquidores. Según el atestado policial, la mujer atravesó totalmente la pista y varias señales de prohibido circular.
Al lado de donde se quedó atascado el coche hay un restaurante con terraza. La conductora salió del vehículo y pidió nerviosa una pala a la propietaria del local para poder salir de allí, pero le explicaron que una herramienta así no iba a servir para sacarla de allí, y que tenía que ponerse en contacto con los responsables de la estación de esquí para que mandaran una máquina pisapistas.
Según los testigos, fue un milagro que nadie se hubiera golpeado con el SUV, porque al ser festivo, ese día había mucha actividad en la estación de esquí.
Las imágenes y videos se hicieron virales, sobre todo cuando la mujer pretendía sacar el coche con una pala.
La mujer aguarda mientras la máquina trata de retirar el vehículo.