Un canon de 6.821 euros anuales que no se pagó en 26 años, y que el Ayuntamiento de Espinosa de los Monteros exigió empezar a cobrar, fue la causa para que en 2013 Deportes y Turismo Lunada S.A. (Detulsa), la empresa concesionaria de la estación de esquí burgalesa, firmara su renuncia y devolviera las llaves del pequeño complejo invernal al afirmar que el centro no daba para pagar ese dinero.
Desde entonces ha sucedido toda una sucesión de desmanes que ha hecho casi imposible abrir en estos 8 años. Primero, porque en 2014 se otorgó la concesión a una empresa que no tenia idea de gestionar una estación de esquí, y pretendían hacer actividades rurales. Al final la empresa concesionaria acabó renunciando tras las fuertes presiones políticas locales y de los esquiadores.
En 2015, la Unión Temporal de Empresas Snowmountain se hizo con la gestión de las instalaciones del Centro de Esquí Lunada. La empresa arregló varios telesquís y colocó un telebaby. Se logró arrancar la temporada e incluso alguna más, pero pronto se dieron cuenta que los remontes iban a dar problemas cada dos por tres. Encontrar piezas era misión imposible para unos aparatos tan viejos, así que exigieron al Ayuntamiento una inversión para cambiarlos, a lo que el consistorio se negó.
En 2018 se enzarzan en discusiones judiciales por ver quien tiene razón, hasta que el Juez dictamina que Snowmountain ya sabía el estado de los remontes cuando firmó por segunda vez para un periodo de gestión más largo. Así que deciden no abrir, y el Ayuntamiento les pide las llaves, algo a lo que la concesionaria se negó. Tras una larga espera, el consistorio pudo abrir por la vía legal el edificio de servicios que acoge el bar y el restaurante.
Este verano ha estado realizando una inversión de 40.000 euros para adecentar el edificio y crear una pequeña zona de alojamiento, pero como no se ha recibido el permiso de Turismo a tiempo, finalmente el Ayuntamiento ha tenido que admitir que este invierno tampoco se abre, y ya van tres.
El objetivo ahora es aprovechar estos meses para volver a sacar a concurso la gestión de la estación, a ver si a la tercera va la vencida. También se quiere acabar las obras para tener disponibles cinco habitaciones.
Quedará por resolver el tema de la limpieza de los accesos a Lunada. La zona es un vertedero de nieve. Las nevadas intensas son habituales. De hecho actualmente, el Puerto de Lunada es el único que queda cerrado tras la última tormenta. El Ayuntamiento dice que puede hacer alguna ayuda puntual, pero que eso será tarea de la empresa concesionaria.
El antiguo dueño de Detulsa, tenía una empresa de obras públicas, y entre otras máquinas disponía de quitanieves e incluso fresadora, lo que le permitía limpiar la carretera. Pero esto es algo que las otras empresas no han podido conseguir.
Si se resuelve este tema, la explotación de una estación pequeña no tiene porque suponer una carga financiera. Tenemos el ejemplo del Punto de Nieve Santa Inés, de propiedad mancomunal pero gestión privada.Su negocio se centra en las clases, colegios y ofrecer además actividades alternativas al esquí. Eso si, se ha de ofrecer una garantía de apertura. Otro proyecto que está en mente es la reapertura de la también mínúscula Valle del Sol, también en Burgos, con un restaurante a pie de un telesquí que no funciona desde 2005, pero a donde van cientos de personas los fines de semana que hay nieve.
No obstante el problema de los remontes seguirá ahí. La empresa que quiera entrar sabe que tiene que colocar nuevos aparatos, porque los que hay no dan fiabilidad ninguna. Un coste extra al que significará arrancar unas instalaciones que llevan paradas varios años.
En el camino quedará proyectos llenos de ilusión, como el que pretendía instalar todo un telesilla hasta el Pico de la Miel...
