La Generalitat ha pagado 300.000 euros al grupo Nozar, antiguo propietario de Boí Taüll, para evitar que salgan a subasta telesillas, cañones de nieve y otros equipamientos de la estación. La filial de Nozar que explotaba el complejo, Promocions Turístiques de la Vall, los incluyó en 2019 en su plan de liquidación para venderlos, dentro de un lote valorado en casi seis millones de euros. Por su parte, el Govern los considera suyos desde 2014, cuando aceptó las pistas de esquí en dación en pago de deudas del grupo empresarial, y recurrió para evitar su venta ante el tribunal de lo mercantil, según explica hoy el Diari Segre
Un acuerdo entre ambas partes ha evitado que un juez decida sobre estos bienes en disputa. Incluían el telesilla de Puig Falcó y otros 3 remontes, así como 4 cintas transportadoras, instalaciones de innivación artificial y algunas construcciones, todo ello necesario para el funcionamiento normal de la estación. Sin embargo, este arreglo ha supuesto un desembolso adicional para la Generalitat. Al quedarse Boí Taüll, ya asumió el impago de un crédito de 7,5 millones del ICF al grupo Nozar.
Fuentes de FGC afirmaron que, sin este acuerdo, “muy probablemente la estación de esquí estaría cerrada”
En virtud de este acuerdo, remontes, cañones y otras instalaciones de Boí Taüll quedan excluidas del plan de liquidación de Promocions Turístiques de la Vall. Por su parte, la Generalitat accede a pagar 300.000 por marcas que seguían siendo propiedad de la empresa. Son las denominaciones comerciales Boí Taüll Resort, Boi Taüll Resort Escola y Boí Taüll Vall de Boí /Pirineu de Lleida.
Además de comprar estas tres marcas, el acuerdo obliga a la Generalitat a hacer una oferta de 100.000 euros por las 247 hectáreas de pastos propiedad de Promocions Turístiques de la Vall que deberán salir a subasta en breve. La venta de estas 369 fincas cerca del Pla de l’Ermita preocupa a los ganaderos de la zona, cuyos rebaños han pastado en ellas de forma gratuita durante años. Temen no poder hacerlo cuando cambien de dueño.
En este caso, el acuerdo no exige que la Generalitat se quede los pastos, sino que garantice con su oferta un ingreso mínimo de 100.000 euros en la subasta. Si otro postor se los adjudica en la puja por una cantidad mayor, la administración se ahorraría el pago de esta cantidad sin que ello afectara al acuerdo. Así lo detallaron fuentes próximas al proceso de liquidación.
La Generalitat explota las pistas de Boi Taüll a través de la empresa pública Actius de Muntanya. Esta socieddad pasó a finales del año pasado a manos de Ferrocarrils de la Generalitat (FGC), titular también de Port Ainé y Espot Esquí. Fuentes de FGC aseguraron a Diari Segre que el acuerdo
“fue imprescindible para asegurar la apertura de la estación de esquí, de los hoteles y, en general, para asegurar la actividad en la zona. Dicho de otro modo, muy proba blemente la estación estaría cerrada sin este acuerdo transaccional”