El accidente el pasado domingo de un teleférico en el norte de Italia, que costó la vida a 14 personas y dejó un como único superviviente a un niño de cinco años, no se debió a un fallo técnico, como se especuló en un principio, sino a la negligencia de los responsables de esta infraestructura que une la localidad de Stresa, a orillas del lago Mayor, con la estación de esquí situada en el monte Mottarone, en la región del Piamonte.
El dueño y los técnicos encargados permitieron que estuviera abierta al público aunque el freno de emergencia de una de las cabinas había sido desactivado a propósito para solventar una anomalía.Tras una larga jornada de declaraciones ante la Fiscalía que investiga el incidente, el propietario, Luigi Nerini, así como el director y el jefe de operaciones del teleférico fueron arrestados en la madrugada de este miércoles y ya han admitido su culpa, según confirmó en Rai Tre el teniente coronel Alberto Cicognani, comandante de los Carabinieri de Verbania, la localidad donde se está llevando a cabo la investigación
«Había problemas de funcionamiento. Llamaron a los encargados de la manutención, que no resolvieron el problema o solo lo hicieron en parte»
Pese a las dificultades técnicas, los responsables del teleférico decidieron mantenerlo abierto al público aunque en una de las cabinas no estuviera en funcionamiento el freno de emergencia. En la otra sí que se activó y evitó que se desplomara. Ahora se enfrentan a una acusación de homicidio múltiple doloso, desastre por negligencia y eliminación de herramientas para evitar accidentes de trabajo.
Olimpia Bossi, la fiscal de Verbania encargada del caso, confirmó que la instalación presentaba «anomalías» desde que volvió a abrir al público hace un mes con el levantamiento de las restricciones por la mejora de la situación de la pandemia. Pese a ello el propietario, el director y el jefe de operaciones optaron por continuar vendiendo billetes a los turistas. El 3 de mayo realizaron una reparación que no consiguió resolver los problemas técnicos, porque el sistema de frenado bloqueaba el teleférico, pero en lugar de arreglarlo, lo que habría supuesto un cierre más prolongado, optaron por ponerle una horquilla para desactivarlo. Bossi comentó que
«Desde hace días viajaba así. Estaban convencidos de que nunca se iba a producir la rotura del cable. Se ha corrido un riesgo que, por desgracia, se ha determinado fatal. El accidente se debe a una consecuencia de factores muy graves e inquietantes. Los responsables de la infraestructura tuvieron la posibilidad de intervenir para evitar que se produjera una tragedia, pero decidieron no hacerlo.»
Solo ha sobrevivido un niño de 5 años
Mientras sigue abierta la investigación, que podría llevar a la detención de otras personas, según adelantó la fiscal, sigue recuperándose de sus múltiples heridas en un hospital de Turín el único superviviente del accidente, el pequeño de 5 años Eitan Moshe Biran, que perdió en el incidente a sus padres, a su hermano de dos años y a sus abuelos maternos, todos ellos originarios de Israel. Fuentes médicas del hospital infantil Regina Margherita donde está ingresado anunciaron que durante este miércoles intentaran despertar al niño del coma farmacológico inducido en que se encuentra.
También podría ser hoy extubado, según explicó el director general del complejo hospitalario en el que está ingresado, Giovanni La Valle, que confirmó que Eitan no tiene daños neurológicos y la preocupación mayor viene por el politraumatismo sufrido por el accidente. Tras deslizarse a más de 100 kilómetros por hora, la cabina salió catapultada y chocó contra el suelo, por el que rodó ladera abajo hasta que se detuvo al chocar contra unos árboles.
