Sucedió no muy lejos de la cima del Seekarspitze a 2.350 metros de altura, en la parte noroeste de la estación de esquí de Obertauern. Por allí se internaron tres esquiadores. Se trata de una zona empinada y rocosa llamada Schafkar. Según los servicios de emergencia, provocaron una gran avalancha de nieve que atrapó totalmente a una esquiadora de 38 años.
En las tareas de rescate participaba un total de tres policías alpinos, doce rescatistas de montaña de la oficina local de ÖBRD en Obertauern, tres equipos de rescate de la policía alpina, y dos de sus helicópteros policiales (uno de ellos estaba grabando en la zona un programa de televisión), además de y varios perros de rescate de montaña. Cuando se desencadeno el segundo alud, el personal no llevaba los esquís puestos, lo que ayudó a que pudieran mantener cierta estabilidad con 'movimientos de natación', según relata el Jefe de Operaciones al ORF.at.
La situación demuestra lo peligroso que suele ser este tipo de rescates, ya que de por si, se trabaja en zonas que acaban de mostrar una inestabilidad del terreno.
Al parecer mientras estaban trabajando, un esquiador entró en la zona, ya fuera de pistas, pero por una zona más alta. La policía local identificó al freerider que provocó la avalancha secundaria, un hombre de 35 años, que fue interrogado y que podría ser acusado de poner en peligro la seguridad física de otras personas.
Este invierno está siendo especialmente prolífico en este tipo de sucesos, aunque de momento se está teniendo mucha suerte. Hay mucho principiante que se ha lanzado a la montaña. Uno de los miembros del servicio de rescate criticaba que,
“Muchos salen sin el equipo de emergencia recomendado. Tampoco planean recorridos y tienen poco conocimiento local. A veces los deportistas invierten mucho dinero en equipamiento y muy poco en conocimientos alpinos. Las pendientes más empinadas se están esquiando estos días con situaciones de nieve muy complicadas y con niveles de advertencia de avalancha a veces altos".
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