Solo en este último complejo invernal se detectaron 420 positivos en COVID-19. A todos ellos se le obligó a mantener una cuarentena de 10 días en sus hoteles o alojamientos contratados, pero al día siguiente aproximadamente la mitad de ellos habían huido aprovechando la oscuridad de la noche. Los hoteles se enteraron a la mañana siguiente, cuando al picar su puerta para hacer las habitaciones, no respondía nadie.
No se sabe a donde han ido ni como lo han hecho, ya que los vuelos entre Suiza y el Reino Unido se han cancelado tras detectarse la nueva cepa del Coronavirus. Se cree que muchos de ellos han pasado la frontera a Francia, a 50 km de Verbier.
En invierno, aproximadamente el 20% de los residentes en Verbier son británicos, por lo que a menudo se llama a esta localidad como "Little London". Muchos de ellos sufrieron ataques xenófobos cuando se detectó la nueva variante del COVID, que es un 70% más infecciosa que la que lleva circulando estos meses por el mundo. Según el diario SonntagsZeitung,
Aparte de los británicos, Suiza también ha impuesto estas mismas medidas a las personas y vuelos procedentes de Sudáfrica, donde se han localizado también casos de esta nueva variante de coronavirus. Japón por su parte, se ha aislado directamente del mundo, para evitar que entre algún positivo de este nuevo COVID a alguna de sus islas.
