El mes pasado el Gobierno francés junto al de Alemania e Italia, tomó la decisión histórica de cerrar los remontes de esquí para las fiestas de Navidad, una situación la de la parada de estos aparatos, que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial. Pero la pandemia que está asolando a Europa con especial virulencia en esta segunda ola, obligó a tomar una decisión muy drástica que ha sido respondida con multitud de protestas entre los trabajadores y empresas ligadas al sector del esquí.
La evolución desde el anuncio ha ido a peor, hasta el punto de que Alemania ha apretado más las restricciones cerrando las escuelas y las tiendas no esenciales desde el próximo miércoles 16 hasta el 10 de enero. Se prohíbe también las celebraciones, el consumo de alcohol en la calle, y todas aquellas actividades ligadas a la celebración del Año Nuevo.
En Italia también están viviendo un repunte de casos y fallecidos. Actualmente ya el país con más muertos por coronavirus de Europa y se está diseñando un nuevo plan para apretar las restricciones, en el que se incluye incluso el confinamiento total de la población durante las navidades y hasta la segunda semana del mes de enero.
Francia también lo cierra todo durante el periodo de fiestas navideñas. No habrá bares ni tiendas abiertas, y el toque de queda empieza a las 20h de la noche. Por tanto las estaciones que han decidido abrir sus cintas, lo hacen con la esperanza de poder atraer solamente a un cliente muy debutante, ya que junto a ellas se abren pistas verdes y con suerte alguna azul, y no se podrá ofrecer nada de gastronomía.
Bélgica y Países Bajos son otros de los países donde se reducen las actividades.
