Austria también cierra sus remontes al turismo de esquí en Navidad

El sueño austriaco de la semana blanca en Navidad se desvanece y la pesadilla de los turoperadores se hace realidad. Finalmente, el gobierno de Sebastián Kurz asumió que se quedan aislados, sin alemanes ni británicos para alimentar sus estaciones de esquí, y ha decidido parar el turismo durante las vacaciones de Navidad.

Los remontes estarán en funcionamiento para los residentes, los únicos que al fin y al cabo iban a poder llegar, pero los restaurantes y hoteles permanecerán cerrados. El propio canciller Kurz lo anunciará mañana, como anticipa el diario vienés Der Standard.

En los últimos días, el gobierno y los Estados habían prometido la reanudación del turismo a tiempo para las semanas de navidad, a pesar de la presión de Italia, Francia y Alemania para que se hiciese una parada europea del esquí durante las vacaciones. Austria todavía está en confinamiento total solo es a partir de este fin de semana que comenzaba a abrir algunos establecimientos.

Pero el camino es largo y los datos de contagios, en opinión del ministro de Sanidad Rudolf Anschober, siguen siendo demasiado elevados. A pesar de los cierres al estilo de marzo, en la actualidad hay otros 3.033 nuevos casos, lo que eleva el total a casi 55.000 contagiados desde el inicio de la crisis sanitaria.

Ante esta situación, mañana el gobierno anunciará una reapertura en pequeñas fases. Las escuelas abrirán el 7 de diciembre (también en este caso de forma paulatina entre las escuelas primarias, intermedias y secundarias). También las tiendas, con la obligación de llevar mascarilla para entrar en los locales.

Los bares, restaurantes y hoteles permanecerán cerrados, probablemente hasta enero. Hay regiones como la del Tirol, cuyos ingresos por turismo llegan de clientes que vienen de países que actualmente desaconsejan viajar a Austria: la reapertura sin alemanes y holandeses habría sido difícil.

Los remontes seguirán activos para los residentes. Los teleféricos en Austria se consideran transporte público y el acuerdo requiere que se pongan en funcionamiento, pero se está considerando limitar su actividad (para reducir costos) en ausencia de turistas.

La solución se asemeja a la planteada hace unos días por el presidente del Tirol del Sur, Arno Kompatscher, quien propuso un posible uso de remontes y pistas reservadas solo para los habitantes de las estaciones de esquí.

Por supuesto, se esperan detalles y declaraciones oficiales sobre la decisión austriaca.

Dada la anunciada decisión francesa de cerrar las pistas hasta el 10 de enero y la análoga orientación alemana, sólo queda por verificar la "cuestión helvética". De hecho, Suiza ya ha iniciado la actividad en muchas áreas de esquí, atrayendo a turistas de fuera de sus fronteras, especialmente de Francia, Italia y Alemania, mostrando las quejas de estos países.

Francia ha anunciado que perseguirá a los que se vayan a esquiar a Suiza o España. Italia ha pedido a Suiza que deje de llamar a sus turistas, y Alemania amenaza con cuarentenas a quien pase la frontera a Austria para hacer vacaciones.