Como pasa en Alemania, la competencia en la materia de las estaciones de esquí en España la tienen las diferentes autonomías, que de hecho son así mismo las propietarias de gran parte de los complejos invernales de nuestro país. Pasa en Galicia, Asturias, Cantabria, Andalucía, Catalunya y Aragón. En otros casos se reparten entre Diputaciones o Ayuntamientos.
Por eso para tomar una decisión común, antes deben reunirse todas y debatir si se ha de hacer algo al unísono o que cada una tome su decisión. Si nos atenemos a lo que ha ocurrido estas semanas con el tema de la restauración, podemos ver que en general unas cerraron bares y restaurantes, y otras como Madrid los mantuvieron abiertos. Nada hace pensar que no vaya a pasar lo mismo con las estaciones de esquí.
Luego está la restricción de la movilidad. Si se opta por una limitación autonómica, muchos de estos complejos invernales podrían vivir perfectamente de sus ciudadanos. Es el caso de la galega Manzaneda, o de las asturianas Pajares y Fuentes de Invierno. Mismo caso en León con San Isidro y Leitariegos . Irónicamente mejor les podría ir a Catalunya, una comunidad con tantos esquiadores, que no solo alimentan los complejos propios, sino incluso los de Andorra e incluso llegan a Cerler en Aragón. Con un cierre perimetral, todos ellos deberían quedarse dentro de Catalunya.
La comunidad catalana tiene en general estaciones de pequeño y mediano tamaño. A excepción de La Molina+Masella y Baqueira Beret, el resto tienen áreas esquiables que perfectamente podrían tener números positivos si solo recibiesen esquiadores catalanes. En el caso de las pistas de la Cerdanya, al recibir pocos extranjeros, mantendrían la viabilidad también.
Un caso aparte es Baqueira Beret, más alejada del área metropolitana de Barcelona, y más dependiente del esquiador madrileño. De hecho hoy desde la estación de Lleida advertían de que si no se relajaban las restricciones, tendrían que pedir un ERTE para el 90% de su plantilla. De momento no obstante, mantienen su intención de abrir el próximo día 11 de diciembre.
Caso muy distinto es el de las estaciones de Huesca. Son más grandes y aquí necesitan mucho al esquiador vasco y madrileño. Si estos no pueden salir de sus comunidades, difícilmente podrían mantener sus números. Mismo caso con las de Teruel, que necesitan al valenciano para mantenerte. Por eso ayer Aragón pedía un consenso nacional, parecido al que se ha hecho en Alemania, y de esta manera poder acceder a diferentes ayudas gubernamentales.
Sierra Nevada por su parte, que con las condiciones de nieve que tiene actualmente, podría haber abierto en el Puente de la Inmaculada, deberá esperar a una relajación en las restricciones de movilidad. De momento con una limitación municipal, no puede recibir suficientes esquiadores, pero si se vuelve a la autonómica, la situación cambiaría notablemente.
El resto de estaciones de esquí de España vive de un esquiador de tanta proximidad, que con una relajación mínima podrían abrir sin problemas, siempre y cuando haya nieve y esquiadores dispuestos a subir a pistas.
