Si la curva de contagios sigue como hasta ahora, las estaciones de esquí de Aceski (Asociación que engloba a 12 de los 19 complejos invernales del país, el 95% del mercado) confían en abrir sus puertas en agosto y tener una temporada de al menos 70 días. Lejos de los 120 días habituales, pero suficiente como para poder hacer un balance menos negativo.
Además con tanta nieve en las montañas, este año podría alargarse la campaña de esquí hasta el mes de octubre, como ha pasado en otras temporadas.
La industria ha elaborado un protocolo de seguridad para acceder a los remontes que está siendo revisado por el Gobierno. En este informe se reivindica que se trata de una actividad "muy segura" porque se practica al aire libre y en la que siempre todo el mundo lleva guantes, mascarillas y gafas por las condiciones climáticas.
El protocolo incluye medidas como la venta online de los forfaits o la reducción de la capacidad de los remontes y telecabinas al 50 % de su capacidad.
Con 15.000 empleos directos e indirectos y 1,4 millones de visitantes al año entre nacionales y extranjeros, el esquí representa cerca del 10 % del turismo nacional y genera 200 millones de dólares por temporada, según la asociación Aceski,
Damos por seguro que este año apenas tendremos visitantes extranjeros -los brasileños son tradicionalmente los más mayoritarios- pero confiamos en atraer al esquiador nacional. Seguiremos fiel a nuestros principios y mantendremos la montaña cerca de los santiaguinos, con determinadas promociones para aquellos que han visto disminuidos sus ingresos y nuevos productos para todos los que van a necesitar realizar deportes al aire libre".
Desde Valle Nevado, una de las estaciones de esquí situadas sobre la capital de Chile, también descartan la subida de precios, pero piden al Gobierno planes específicos para relanzar el sector y promocionar a Chile como un destino internacional de esquí de cara a la próxima temporada.
Otro de los mercados que se ha perdido es el de los esquiadores profesionales y clubes de competición, que eligen las montañas de Chile para sus entrenamientos, en dura competencia con Argentina, especialmente las estaciones de Bariloche, Las Leñas, Cerro Castor y Chapelco.
Argentina precisamente sí da por perdida la temporada. Allí los Andes irónicamente, también tienen más nieve que nunca, pero la pandemia dejó las pistas vacías y a los centros invernales frente a una crisis con pérdidas sin precedentes. Las vacaciones de invierno serán una "temporada perdida" coinciden los operadores del sector, cuya mayor preocupación hoy es cómo sobrevivir hasta 2021. El presidente de la Cámara Argentina de Centros de Esquí y Montaña (CAEM), Pablo Torres García. asegura que
Aunque se presentaron los protocolos sanitarios para funcionar, con distanciamiento social y mascarillas de uso obligatorio, controles de temperatura y olfato, remontes con capacidad reducida, desinfección constante y restaurantes con medidas de bioseguridad, aún no está claro si se permitirá su apertura. "Tenemos 90 días para generar ingresos para 365, no es como un hotel que puedo pensar en el verano, o un restaurante", apuntan desde el sector.