A Stryn Sommerski le costó abrir. Lo hizo a principios del mes de junio después de luchar contra el exceso de nieve que les impedía asegurar los accesos a las instalaciones. También se tuvo que trabajar mucho en las pistas para poder acondicionarlas y retirar todo el sobrante.
Hoy, tanto este glaciar como el de Fonna Glacier Ski Resort siguen abriendo para los esquiadores, snowboarders, y también un montón de clubes y unas cuantas selecciones nacionales de corredores de Copa del Mundo y de Europa de algunos países nórdicos. Excepto a los suecos, que aunque tienen también alguna estación abierta, sus vecinos no les dejan traspasar las fronteras por miedo a la política que han implantado para hacer frente al coronavirus.
Pero el protagonismo de este fin de semana se lo está llevando Fonna Glacier Ski Resort. En Noruega se ha registrado unas cuantas tormentas de nieve estos días, y en el glaciar han recibido una más que generosa nevada que les ha ido muy bien después de que algunas jornadas en que los termómetros habían subido hasta los 20ºC.
A Fonna también les costó abrir. Las imágenes de paredes de nieve de más de seis metros de altura fueron portada en varios medios especializados en deportes de invierno, así como en otros generalistas de la propia Noruega. Lograron abrir no sin pocos esfuerzos después de excavar bajo la nieve para rescatar algunos de sus remontes. Finalmente se pusieron en marcha con unos 11 metros de nieve.
Pero siguió nevando, hasta que alcanzaron la friolera de 16 metros de nieve!. Se trata de uno de los mayores espesores de la historia en una estación de esquí. Al menos desde que se toman registros. En Washington (Estados Unidos) se sabe que en la estación de esquí de Mt. Baker se había medido hasta 15 metros. Allí tienen el récord de acumulado durante todo un invierno, con unos 29 metros en total.
Las temperaturas en Fonna Glacier Ski Resort han ido subiendo estos días, al mismo ritmo que avanzaba el verano. La semana pasada se llegó a ver los 20ºC. Pero una abrupta caída del mercurio junto a la entrada de una potente tormenta, ha hecho que caiga en pocas horas hasta medio metro de nieve. La nevada fue tan intensa, que se tuvo que cerrar los accesos durante el viernes por peligro de avalanchas.
En todo caso, toda una bocanada de aire fresco para una temporada de esquí de verano que parece no tener fin por aquellas latitudes.