Dos años después se construyó un segundo telesilla. Conectaba el que se instaló en 1946, con la estación de tren en la cota 1.425 metros. De esta manera los esquiadores cuando llegaban, podían alcanzar las pistas de La Molina en 25 minutos tras hacer un recorrido de algo más de 1 kilómetro en una silla monoplaza que años después se sustituyó por una biplaza. Estuvo funcionando hasta los años '70, cuando tras la construcción de la carretera los esquiadores ya llegaban antes por sus propios medios. Además su extremada lentitud de tan solo 1,5 m/s lo hacía totalmente desfasado.
No se puso nunca más en marcha, pero se tuvo la buena visión de dejar la instalación tal como está. Se retiraron gran parte de las 140 sillas con que contaba, y se dejaron tanto las pilonas como el cable, para que de esta manera se mantuviera la servidumbre paso, un derecho que permite que en caso de sustituir el remonte, no haya que empezar de cero con los papeles administrativos y todo pueda ser más sencillo.
Desde entonces se ha hablado alguna vez de recuperar ese remonte, ya sea con un telesilla de nueva generación, como sustituirlo por un telecabina. Pero la realidad es que nunca ha llegado a materializarse nada. Desde hace un tiempo la entidad ecologista local, Plataforma Salvem La Molina viene reclamando la recuperación de alguna manera de este aparato, y desde hace unos meses se les ha unido el propio Ayuntamiento de Alp.
El consistorio ve en este remonte un sistema de transporte público que eliminaría mucho tránsito de la carretera, no solo de los propios esquiadores que duermen en el llamado "Barri de La Molina" sino de otros turistas que llegan en tren y que tienen que tomar un bus para alcanzar la zona de pistas. Los fines de semana los aparcamientos del complejo invernal se llenan y los buses lanzadera suelen subir llenos durante gran parte de la jornada.
Ferrocarrils de la Generalitat tiene como objetivo, además de seguir modernizando e innovando en sus estaciones, hacerlo todo de la manera más sostenible posible con el medioambiente. Así, gran parte de la energía que consume se hace mediante créditos verdes. Es decir, que tantos kw compra, los mismos tienen que ser transformados por la empresa comercializadora mediante fuentes renovables. Se espera que en un futuro a corto plazo este porcentaje sea del 100%.
Es por eso que este remonte, ya sea en forma de telesilla o de telecabina, sería una excelente oportunidad para continuar en el proceso de sostenibilidad medioambiental. Además se daría una mayor comodidad al esquiador y turista que pueda llegar en tren. Actualmente este usuario tiene que tomar un bus lanzadera con sus tiempos de espera y contaminación.
Pocos años antes en Sun Valley habían creado el primer telesilla del mundo, pero en una época en que no existía Internet ni la televisión, aquella invención no sabíamos que existía hasta que el ingeniero suizo lo vio en una película. El segundo telesilla que construyó en 1948 ya se hizo a nombre de TEPSA (Telesquís Pirineus SA), empresa que también se quedó el del Turó de la Perdiu y que en los '80 fue absorbida por la Generalitat cuando se quedó con las instalaciones de La Molina que se encontraban en situación de quiebra.
Aunque existió alguna pista que bajaba casi hasta la estación de tren como la Standard, la Segremorta o la del Bosc, eran de trazados muy complicados que además sufrían de la falta de nieve, por lo que este telesilla siempre fue más una conexión de esquiadores entre la llegada ferroviaria en la cota 1.420 metros y la zona esquiable a 1.567 m.
El Ayuntamiento ya ha advertido que no puede afrontar en solitario el proyecto, por lo que pedirá a La Molina y la Generalitat que se involucren. El objetivo sería algún tipo de remonte automático que no precise de personal directo.