Más de 2.000 personas fueron acompañadas por el personal de pistas hasta la base de la estación después de que quedaran atrapadas en telesillas o telecabinas, resguardados en las terminales de salida de los remontes e incluso restaurantes. También había gente parada en las pistas que no podía avanzar porque las potentes rechas que llegaron a alcanzar los 120 km/h estaban acompañadas de intensos bancos de niebla que dificultaba mucho la visibilidad.
Los empleados tuvieron que ir revisando cada metro de pista, cada silla o cabina de los remontes y los restaurantes para asegurarse que no se quedaba nadie. De cotas medias hacia abajo la situación era muy distinta, hasta el punto que se pudo mantener abierto los remontes de la zona baja del Zillertal Arena.
La operación de rescate y evacuación finalizó a las 03.20h, cuando la última persona encontrada en un remonte pudo ser rescatada. El operativo se calificó de éxito total, ya que se logró evacuar la estación entera en tan solo una hora y 20 minutos.

Mientras esto ocurría en la estación de esquí de Hochzillertal se registraban ráfagas de viento de hasta 160 km/h. Una de estas rachas llegó a arrancar una silla del Neuhüttenlift hacias las 14.15h enviándola contra la terminal de embarque donde quedó encajada. Un total de 11 esquiadores estaban en ese momento en el remonte, cuatro de ellas pudieron ser evacuadas por el propio personal del aparato. Al resto tuvieron que sacarlos el servicio de rescate, en una operación que duró dos horas.
En la estación de esquí de Höffen, cerca de la frontera con Alemania, un abeto de grandes dimensiones cayó sobre el cable de un telecabina. Por fortuna un empleado vio que el arbol se tumbaba y paró el remonte. 31 personas se quedaron atrapadas entre ellas muchos niños que estaban realizando un curso de esquí. Nadio salió herido e incluso el telecabina no sufrió desperfecto alguno.
