No hace mucho, Ferran escribió un muy buen artículo sobre la seguridad en las pistas. En la mayoría de los comentarios todos llegabamos a la misma conclusión aunque se dijera de una u otra manera: EDUCACION, RESPETO Y SENTIDO COMUN,
Este es un caso más de educación, respeto y sentido común.
- De educación por la falta de empatía ante un hecho que seguramente el provocador no quiso provocar, pero que para la desgracia de ambos se materializó en un accidente y quien sabe si en una tragedia. Esa falta de educación no tiene que ver nada con la nacionalidad de las personas pero si con la persona en si misma, pues quizás tanto sus facultades mentales como físicas no sean aptas para cualquier fin
- De respeto por cuanto no existe miramiento alguna por la persona a la que ha dañado anteponiendo su cobardía a la moral estricta.
- De sentido común, por la falta de entender o juzgar de forma razonable el hecho ocurrido y la posterior asistencia o prestación de auxilio a un herido.
De nuevo se vuelven sobre nuestras cabezas a planear la comparación con la conducción en las carreteras. ¿A alguien se le ocurriría pasar de largo o delante de un accidentado pidiendo auxilio por su vida o la de otros?. Me temo que en la especie humana hay inhumanos que niegan el auxilio, no responden al homo sapiens sino simplemente al erectus.
Tan solo desear a esos padre e hijo que se recuperen lo antes posible de las graves lesiones sin secuelas y puedan volver a esquiar.