Pero esa total tranquilidad es un problema para la estación. Sin gente no hay ingresos, y sin dinero no se cubren gastos. Además no muy lejos de allí tienen a Davos-Kloster, la estación de la realeza se lleva a todos los esquiadores que quieren pasar una semana de vacaciones. Así que hace tiempo ya que Hauberge abre prácticamente solo los fines de semana excepto en los periodos de Navidad-Reyes y las semanas blancas escolares del mes de febrero.
En uno de esos 'brain storming' que seguro que hacen cada dos por tres los responsables de la estación para ver como podrían atraer más esquiadores, se les ocurrió organizar una competición con un curioso premio: el ganador tendría el derecho a cerrar la estación entera un domingo para él y 299 amigos. Y al día siguiente podría invitar a otros 799 pagando el forfait a mitad de precio.
Y dicho y hecho, no fueron pocos los que se presentaron. Ganó un chico de Zurich llamado Thomas Frei. Contactaron con él hace unos días desde la estación. Una señora le dijo que era el flamante ganador, y cuando todavía no acababa de creérselo, se oyó una voz al otro lado del teléfono que decía "espera! tenemos otro Thomas Frei, igual estás hablando con el equivocado!". Por fortuna al cabo de unos minutos volvieron a llamarle para decirle que sí, que él era el Thomas Frei correcto.
A la alegría inicial se sumó las prisas para encontrar a los 299 afortunados que podrían pasar el domingo día 13 esquiando de gorra todo el día en Huberge. El premio incluye el uso indiscriminado de los remontes, del esquí nocturno y de la famosa pista de trineos de 12 kilómetros, la más larga de Suiza, que no es mas que la carretera por donde sube y baja el autobús de conexión. Además Thomas Frei podría dormir con un acompañante en la 'suite Royal' del Hostal de pie de pista.
Decía Thomas Frei que encontrar a tanta gente en tan poco tiempo le resultaba complicado. Seguramente si fuera forero de nevasport, no solo cubriría las plazas en pocas horas en algunos de nuestros foros, sino que habría codazos por acompañarle y... hasta por dormir con él en la suite Royal!!
¿Vale la pena un concurso así?
hacer conocer la estación, y de momento la prensa en Suiza se ha ido haciendo eco tanto de la carrera como del ganador, pero algunas personas afirman que no van a conseguir el efecto deseado porque en cuanto pase el día la gente se olvidará de nuevo de Hauberge.El concurso ha llevado a un curioso debate en el país entre los que defendían estas iniciativas, los que prefieren otras más alargadas en el tiempo, los que por el contrario prefieren más una rebaja de precios, e incluso lo que creen que ni siquiera una bajada del coste del forfait va a servir para atraer esquiadores porque cada vez más los clientes se fijan en otras cosas para elegir su destino, como la oferta de ocio, la cantidad de kilómetros, la nieve, etc...