Turistrela, empresa que tiene la concesión de las instalaciones de esquí, realizó rápidamente las obras y ese mismo año ya tenían el remonte montado.
Dos años después salió el estudio de Impacto Ambiental, que además deja entrever que Turistrela omitió algunos datos para que saliese positivo. Entre ellos que el nuevo remonte ocupa un área de 309 m2 (los resultantes de los 151 metros de largo x 1,86 de ancho) y que ha necesitado de otras dos construcciones parejas de 30 m2. Esta superficie al parecer es muy superior a las cinco pilonas del antiguo telesquí.
Además ahora el estudio, que se ha podido hacer ya una vez realizada la obra, ha estimado que la capacidad de transporte provoca una carga sobre el terreno muy elevada ya que es capaz de transportar a 1.680 personas/hora, una cifra muy superior a los 250 que viajaban antes en el telesquí en el mismo espacio de tiempo.
Otro de los puntos que recalca el estudio, es que parte del remontes se ha construido en una zona declarada protegida al estar dentro de un espacio de Red Natura 2000 y que para la instalación se retiró con excavadora más de 300 metros de vegetación y hasta se desvió un riachuelo para nivelar el suelo y tener una pendiente adecuada para que los esquiadores monten en esa cinta sin peligro.
De todo esto se enteró TSF Radio Noticias en el mes de octubre, ademas de que desde 2017 se le notificó a Turistrela la obligación de quitar ese remonte. La empresa de momento no ha hecho declaraciones oficiales, aunque Pedro Farromba, Presidente de la Federación de Deportes de Invierno de Portugal, ha declarado a través de su cuenta de Facebook que otras instalaciones están ahí sin problemas, pero que ahora la alfombra de Serra da Estrela si molesta, sin dejar claro si esas otras instalaciones sí tienen los permisos que la cinta de la estación no tiene.

