A la segunda va la vencida. El alpinista polaco Andrzej Bargiel ya intentó el año pasado subir el K2 y descender esquiando, pero la meteorología le impidió lograr la gesta. Hoy, acompañado de 20 escaladores más, de los cuales 8 eran clientes de una empresa de alta montaña con sus dos guías, más dos transportistas de material de altura y 8 sherpas, ha salido al filo de la media noche, y a las 08h de la mañana ha logrado hacer cima (8.611 metros).
Tras una hora y media aproximadamente de descanso en la cima, ha comenzado a bajar siguiendo primero la vía habitual hasta el 'espolón de Abruzzi' para llegar al Campamento IV, de donde había salido ese día. Acto seguido ha tomado la ruta de Cesen y luego se ha movido hacia el centro de la pared sur a lo largo de la variante Messner para luego acabar su descenso por la ruta Kukuczka. Todo el proceso se ha podido seguir on-line gracias a un GPS conectado a Internet que ha estado mostrando en todo momento la ubicación exacta del escalador polaco.
Para entender la gesta histórica del escalador de 30 años, hay que tener en cuenta que el escalador polaco llevaba varios días haciendo noche a más de 7.000 metros de altura para aclimatarse y esperar el momento preciso. Dormir en esas alturas es complicado, como ha reconocido el propio deportista hoy en una entrevista de radio. De esta manera, con pocas horas de sueño y un equipaje de más de 20 kilos a la espalda, Bergiel ha logrado hacer cima, para luego hacer un reto quizás más peligroso, que es el bajar esquiando unas nieves que en algunos tramos es puro hielo.

De esta manera se ha convertido en el primer hombre de la historia en lograr bajar esquiando el K2, la segunda cima más alta de la Tierra y además sin ningún género de dudas de que haya logrado la hazaña, ya que por si fuera poco su seguimiento a traves de Internet, además ha grabado la bajada (que en breve su hermano subirá a las redes), la cual no dejará indiferente a nadie.
Bajar esquiando el K2 ha sido el sueño de muchos deportistas desde hace años. Con su logro, Andrzej Bargiel escribe un capítulo importante en la historia del 'himalaísmo' y el esquí que se suma a otras gestas como la que logró en 2015 también con unos esquís en los pies tras bajar el Broad Peak (8.015 metros), un pico situado no muy lejos del K2.

