Además de velar por la seguridad de los usuarios, la UPA tiene el objetivo de prestar colaboración para garantizar el normal funcionamiento de las instalaciones y supervisar las actividades sometidas a la ordenación o disciplina de la Comunidad. Estas actuaciones se llevan a cabo tanto en las estaciones de esquí alpino como en la de esquí de fondo de los Llanos del Hospital, en Benasque.
Las labores prioritarias han sido verificar que los monitores de esquí alpino y snowboard disponen de las titulaciones adecuadas; comprobar si se encuentran registrados como empresas de turismo activo cumpliendo todos los requisitos, y ayudar, informar y atender a los usuarios de los centros invernales y a las propias estaciones en cualquier duda o problema que pudiera surgir.
En este sentido, la UPA quiere acabar con el intrusismo profesional, que va más allá de un problema de competencia desleal, ya que en caso de accidente, se incurriría en otras responsabilidades. No obstante, la Unidad no ha detectado ningún caso en esta temporada, a diferencia de la anterior, cuando se descubrieron diez irregularidades de este tipo, por las que se abrió un procedimiento sancionador.
Estupefacientes
Los controles de la UPA han permitido constatar que algunos usuarios han practicado deportes de invierno bajo la influencia de sustancias estupefacientes de las que eran portadores o consumían de forma pública. Unas conductas de las que se deriva el riesgo potencial de provocar graves accidentes que podrían involucrar a terceros esquiadores.En estos casos, se han levantado un total de 11 actas-denuncia, con la consiguiente retirada de las sustancias estupefacientes y las sanción a consumidores o portadores. En la anterior temporada de esquí fueron seis las actas-denuncia que se levantaron por posesión o consumo de estupefacientes en las estaciones de esquí.
Se suele tratar de derivados de cannabis y en algún caso de cocaína. En estos casos se realiza una propuesta de sanción a la correspondiente Subdelegación del Gobierno de España, en aplicación de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana.
En esta temporada, que ha concluido este mes, la Policía Adscrita también ha formalizado cuatro propuestas de sanción por presuntas irregularidades en la normativa de turismo activo. Estas, que han sido derivadas al organismo competente del Gobierno de Aragón, suelen ser irregularidades por parte de las empresas de turismo activo y la sanción suele ser siempre económica.
La atención a los usuarios es otra de las competencias de los agentes de la UPA, quienes les facilitan información sobre las pistas o sus accesos. También pueden atender a esquiadores que se han lesionado en alguna caída hasta que llegan las asistencias sanitarias y participar en la búsqueda de menores que extraviados.
La Unidad de Policía Adscrita, que lleva once años funcionando en Aragón, además de la vigilancia de estaciones de esquí, el verano pasado también inició una campaña de inspecciones en barrancos, ascensiones a cumbres y vías ferratas en la provincia de Huesca para comprobar el cumplimiento de la normativa autonómica sobre turismo activo y dar mayor seguridad en el medio natural.
