A falta de publicar los datos definitivos, Fischer cerrará su ejercicio fiscal de 2017-2018 con una facturación de entre 153 y 158 millones de euros, un notable incremento de los 136 millones con los que cerraron en 2016-2017. Franz Föttinger, CEO de Fischer Sports GmbH, afirmaba la semana pasada, que la temporada ha sido buena, y que se ha notado un notable incremento en las ventas.
Franz Föttingerl lleva nueve años en la empresa. Había marcado un desarrollo positivo durante 8 años en el área nórdica, y llegó el momento del ascenso definitivo para sustituir a Jan-Hein Habes, un holandés que venía del sector de la moda, recién llegado de Hilfiger, pero que no encajó en la cultura de negocio familiar que los actuales propietarios, un grupo de inversores bajo la marca Fischer Holding (que también fabrica entre otros, piezas de automoción o de cohetes), quiere que se mantenga en Fischer Sports GmbH.
La empresa cuenta actualmente con 1.600 empleados. 450 de ellos en sus instalaciones de Austria, 1.000 más en la enorme fábrica que tienen en Ucrania, y el resto se reparten por diferentes delegaciones en todo el mundo. Entre las dos plantas de producción salen cada año 1 millón de pares de esquís, aunque una gran mayoría para el esquí de fondo, modalidad donde son líderes absolutos, con gran diferencia respecto a sus competidores.
Los Juegos Olímpicos, un campo de pruebas a la innovació Fischer
Por eso ahora en su punto de mira están las botas, un sector en el que están seguros hay un gran recorrido por hacer. Föttinger está seguro que es ahí donde se debe focalizar la innovación. Por eso para ellos los Juegos Olímpicos de PyeongChang han sido un gran campo de pruebas.
En los Juegos de Corea de, Sur, Fischer sencillamente arrasó. Es la marca que más medallas se ha llevado, con una diferencia abismal. En total han sido 90 podios repartidos entre 36 oros, 33 platas y 21 bronces repartidos especialmente en las disciplinas de esquí de fondo, esquí de saltos y biatlón. Marit Björgen (NOR) se llevaba la victoria en la última carrera de 30 km de los JJ.OO. y brindaba por unos extremadamente exitosos Juegos de Invierno para la “Fischer Race Family”.
El 56% de todas las medallas nórdicas se ganaron con esquís Fischer y el 48% de los atletas que subieron al podio calzaban botas Fischer. La marca austríaca se merece un lugar en los libros de historia como la más exitosa en esquís, botas y fijaciones.
Como ejemplo del campo de pruebas imprescindible que es un evento así, Fischer puso a prueba .a fijación Turnamic®, debutando en unos Juegos Olímpicos. Pues bien, con esa fijación se logró el 77% de medallas).
En esquí de fondo, la noruega Marit Björgen es la dominadora de los últimos 15 años y la atleta con más medallas de la historia, con un total de 15 (8 de oro).
También se merece mención especial su compatriota Johannes Hoesflot Klaebo con su espectacular manera de esquiar y consiguiendo 3 medallas de oro. Sin olvidarnos de Martin Johnsrud Sundby's, Denis Spitsov y Dario Cologna.
En esquí de saltos, el alemán Andreas Wellinger subió tres veces al podio y lo hizo en el cajón más alto en el trampolín Small. El polaco Kamil Stoch repitió la victoria de Sochi’14 en el trampolín Large. Y en mujeres, se llevó el oro la noruega Maren Lundby con un impresionante estilo.
En biatlón, la alemana Laura Dahlmeier consiguió la medalla de oro en Sprint y en Pursuit. Así como cabe destacar el rendimiento ofrecido por el noruego Johannes Thingnes Boe, consiguiendo una medalla de oro en individual y dos de plata en relevos mixtos y relevos hombres. Sin olvidarnos de los éxitos conseguidos por Arnd Peiffer (ALE), Anastasiya Kuzmina's (SVK), Darya Domracheva (BLR), Nadezhda Skardino (BLR), Iryna Kryuko (BLR), Dzinara Alimbekava (BLR) y Hanna Öberg (SUE).
En esquí alpino, la joven revelación suiza: Daniel Yule, consiguió la medalla de oro por equipos.