Andorra constata una mejor convivencia del esquí de montaña

Un buen ejemplo de la fiebre por el 'randonnée' es el éxito de convocatoria que ha tenido la Andorra Skimo, competición que se celebra en Andorra este fin de semana. De entre las normas que establecía el reglamento, destacan la prohibición de hacer 'randonnée' con perro, la obligación de subir en fila india o la prohibición de practicar este deporte en las pistas entre las 22 y las 7 horas (aunque sin contemplar sanciones). Once meses después de su entrada en vigor, tanto la FAM como los dominios esquiables se felicitan de cómo está funcionando. También han notado, en líneas generales, un cambio de comportamiento de los practicantes del esquí de montaña, que permite mejorar la convivencia con el gran cliente de las estaciones: los que practican esquí alpino.

"Se ha puesto orden" a todo ello, ha defendido el presidente de la FAM, Jaume Esteve, en relación a la aplicación de este reglamento. El hecho de marcar unas normas claras ha permitido que los 'randonaires' sepan mejor cuando pueden practicar este deporte, dónde y de qué manera, lo que ha facilitado que se Esteve también celebra los esfuerzos que han hecho las estaciones para facilitar la práctica del 'randonnée' y porque esta entorpezca al mínimo los descensos de los esquiadores convencionales. Se ha trabajado para sacar el máximo de cables de las pistas más asiduas de los esquiadores que las suben por la tarde y noche. En cualquier caso, Esteve ha remarcado que no se tienen que quedar aquí y seguir la política de ampliar circuitos (fuera de las pistas) así como de mejorar los existentes.

Por parte de las estaciones, el director general de Pal-Arinsal, Josep Marticella, aseguró que cada vez están "más satisfechos con la integración". Y esta integración, a su juicio, pasa por que los esquiadores de montaña utilizan cada vez más los circuitos existentes, seis en el caso de Pal-Arinsal. Confirmando lo que pide Esteve, el próximo año estos se mejorarán para hacerlos más atractivos, sobre todo para los que todavía optan por hacer 'randonnée' en pistas. La voluntad es sobre todo apartarlos de las pistas de esquí alpino los días de más afluencia de clientes.

Marticella también ha celebrado que la mayoría de los esquiadores de montaña consumen en los puntos de restauración de las estaciones, aunque los hay de "radicales" que sólo suben a entrenar y marchan. A estos últimos los "anima" a colaborar teniendo en cuenta el esfuerzo económico de personas y de tiempo que representa tener contentos a 'randonaires'. Por poner un ejemplo, hay pisteros que se dedican a realizar tareas de información a los que hacen esquí de montaña una vez cierra la estación, además de "la inversión importante" que se ha hecho para cambiar los puntos de anclaje de las máquinas, para que ningún cable atraviese zonas de esquí de montaña y evitar así accidentes. Aunque todavía hay que van a la suya, e incluso que esquían a partir de las 22 horas, lo que está prohibido, recuerda Marticella.



Por parte de Arcalís, el director de la estación, Xabier Ajona, también corrobora que la convivencia ha mejorado, aunque en el caso de las pistas que gestiona, es más complicado poder sacar todos los cables y anclajes de las pistas frecuentadas por 'randonaires'. Hecho que hace aumentar el peligro de accidentes cuando emprenden la bajada y ya no hay luz de día.

Hay que tener en cuenta que hay que remontarse a febrero de 2014 para encontrar el último accidente mortal de un esquiador de montaña. Fue en las pistas de Arinsal, y precisamente debido a un cable de una máquina mientras el hombre, andorrano, bajaba por una pista por la noche.

En Grandvalira, el director técnico de Grandvalira-SAETDE, Philippe Borel, se suma a sus compañeros asegurando que han notado mejora en el comportamiento de los esquiadores de montaña, sobre todo desde que se presentó el reglamento. Asimismo, y de cara a la próxima temporada, se mejorarán los circuitos actuales, sin previsión de hacer más.

Finalmente, el director técnico de Grandvalira-Ensisa, Enric Barbier, también considera que la convivencia "ha mejorado", aunque lamentó que todavía hay practicantes de esquí de montaña que, cuando van por pistas, "hacen lo que les da la gana". Quienes optan por seguir los caminos marcados por la estación han aumentado, pero todavía no son mayoría. El objetivo es que lo sean, por lo que el próximo invierno se mejorará la señalización y balizamiento de estos recorridos, informó Barbier.

De momento, y viendo que la situación está bastante normalizada, desde la FAM no se prevé ampliar la normativa en un futuro próximo (sí quizás más adelante), ni tampoco empezar a aplicar sanciones a quienes incumplan el reglamento, aseguró Esteban.