Sea porque por aquel lado cae más nieve o porque hay más afición, en la otra cara del Pirineo hay hasta 22 estaciones de esquí de fondo, donde esta actividad muchas veces no es más que algo complementario de una amplia oferta que incluye biathlon o trineos e incluso clases de esquí alpino para debutantes. Una gran diferencia respecto a la oferta española donde la mayoría de centros se ciñe a vender esquñi de fondo e itinerarios con raquetas.
Es por eso que todo aficionado al esquí de fondo o a caminar por la naturaleza nevada en invierno, debería visitar algunos de estos centros, un verdaderos hervidero de aficionados y actividades a realizar.
Es por eso que todo aficionado al esquí de fondo o a caminar por la naturaleza nevada en invierno, debería visitar algunos de estos centros, un verdaderos hervidero de aficionados y actividades a realizar.
1. Issarbe: naturaleza salvaje en los Pirineos Atlánticos
Si te gusta la naturaleza en estado salvaje, los bosques y las crestas, adorarás Issarbe. Los 31 kilómetros de pistas de este espacio nórdico situado a 6 Km de La Pierre Saint-Martin, a 1450 metros de altitud, recorren los bosques del valle de Barétous, las crestas del Couret de Plante y los alrededores del Pico de Issarbe. Aquí encontrarás 9 pistas de esquí de fondo trazadas, aptas también para raquetas de nieve, con increíbles vistas panorámicas sobre el Pico de Anie y los Pirineos bearneses. Abre los fines de semana; y de lunes a viernes es de libre acceso.
2. Nistos, el dominio de los Dioses en los Altos Pirineos
El dominio de los Dioses –así es conocido Nistos–, es el gran espacio nórdico del corazón de los Pirineos. Entre 1600 y 1800 m de altitud, en la región de Altos Pirineos, es un dominio auténtico y excepcional que goza de 43 Km de pistas y de un gran patrimonio paisajístico. Pues, practicar el esquí de fondo aquí es hacerlo sobre el mejor escenario de los Pirineos, con vistas al Pic du Midi y al Aneto; al Arbizon y al Maladetta; y rodeado de cuatro fantásticos valles: Aure, Nistos, Nestes y de la Barousse.
Le Mourtis, el corazón del bosque de la Alta Garona
En las puertas del Vall d’Aran, a una hora y media de Tolouse, hay la hermosa estación nórdica de Le Mourtis. Por el dominio esquiable de 23 km, discurren 19 pistas de todos los niveles, que atraviesan el corazón del bosque sobre tres áreas. El punto de partida se halla en l’Artigue y el itinerario sigue por el Col de l'Artigascou. Además, esta temporada el telesquí des Sources (vertiente Artigue) ha sido reemplazado por un telesquí de última generación. La red de innivación también se ha modernizado y ya cuenta con 22 cañones de nieve para garantizar la nieve de calidad excepcional en el corazón del bosque de la Alta Garona.
4. Beille, la Escandinavia francesa en Ariège
Cerca de Toulouse, entre 1800 y 2000 metros de altitud, hay uno de los parajes nórdicos más bellos de los Pirineos. Beille, la Escandinavia francesa, dispone de más de 75 kilómetros donde disfrutar de la nieve. Aquí ocurre lo mismo que en Laponia y en el círculo polar: el paisaje, la vegetación y la fauna cambian a lo largo del trayecto. Mientras que entre las poblaciones de Toulouse y Foix, dominan los robledos; los hayedos, se hacen presentes en Tarascon; los abetos, tras pasar Cabannes; y, los abedules, pinos, callunas y rododendros destacan en el bello paisaje de Beille.
Capcir, la estación del olímpico Martín Forcaude, en los Pirineos Orientales
El nombre de Martín Fourcade está directamente relacionado con la estación nórdica del Capcir, en los Pirineos Orientales. Aquí es donde entrenan el biatleta olímpico francés y su hermano, Simon. Son los mismos parajes que le han procurado las cuatro medallas en los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 y Vancouver 2010. Y es que la estación nórdica del Capcir, en el corazón de los Pirineos catalanes, cuenta con 130 km de pistas de esquí de fondo, cuyos itinerarios transcurren por cinco emplazamientos: el dominio del “Col de la Llose”, el del “Col de la Quillane” y los nuevos dominios de la “Vallée du Galbe”, “Forêt de la Matte” y “Lac de l’Olive”. La estación nórdica del Capcir, etiquetada como los “4 Nordiques”, está certificada con el sello “Tourisme & handicap” y ha sido elegida por los expertos por su excepcional calidad.
