Ni Fuentes de Invierno, ni San Isidro, ni Leitariegos podrán abrir. Los espesores acumulados durante los últimos días no han sido suficientes, y tanto la instalación allerana como las dos leonesas -cuya fecha oficial de apertura estaba fijada para hoy- permanecerán cerradas al menos hasta mañana. Estarán pendientes de las precipitaciones que puedan caer durante la jornada de hoy antes de tomar una decisión.
En el caso de Valgrande-Pajares será distinto. La apuesta de la dirección de la estación, con Javier Martínez a la cabeza, ha sido acertada. Durante los últimos días, la producción de nieve artificial se concentró solo en una parte de la estación, dejando inactivos los cañones de otro sector -El Tubo-. Esos esfuerzos permitieron lograr una base que a la larga ha servido para que las precipitaciones hayan logrado consolidarse. Ahora, los planes pasan por poder aprovechar el sistema de innivación en la parte que aún estará cerrada para iniciar la próxima semana con todo el complejo abierto.
El estreno de la temporada, por tanto, llega solamente con un día de retraso en Pajares. La oferta será de siete pistas -dos rojas, una azul y cuatro verdes-, que conforman un dominio de cuatro kilómetros esquiables. Estarán abiertos al público tres telesillas: Brañillín, Valle del Sol y Hoya de Cueto Negro. Todo queda, eso sí, a expensas del tiempo, ya que las previsiones apuntan a la llegada de un temporal con viento que podría afectar al normal desarrollo de la jornada de esquí.
Lo que es seguro es que habrá nieve suficiente como para abrir el puente de la Constitución. Por primera vez en los últimos cinco años, las estaciones asturianas (Fuentes de Invierno espera poder acumular espesores para iniciar la campaña mañana), estarán abiertas en una de las épocas más favorables para los negocios vinculados al mundo de la nieve, siempre que el tiempo lo permita. Los hosteleros del entorno de las estaciones han asegurado en varias ocasiones que abrir en la primera semana de diciembre les supone cubrir un tercio de la temporada, algo que durante los últimos cinco años no han podido disfrutar. En las dos últimas campañas no se pudo abrir hasta mediados del mes de enero, perdiendo también las Navidades.
A priori, la 2017-18 se presenta como una campaña prometedora, aunque la climatología tendrá la última palabra.
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