Es uno de los últimos retos en el mundo del esquí. Hacerse la bajada más larga del mundo está siendo un proyecto imposible. Los 5.489 metros del Mount Saint Elies en Alaska han sido coronados varias veces por esquiadores intrépidos que han querido poner su nombre en la historia, pero ninguno ha llegado hasta el final. Alguno incluso se quedó a mitad de camino.
Hay montañas más altas en el mundo, pero ninguna de ellas tiene las condiciones para ser esquiada durante tanto desnivel acumulado. Algunas porque comienzan muchos metros más arrriba sobre el nivel del mar, y otras porque a medio recorrido hay pasos infranqueables con los esquís. El Saint Elies puede ser bajado de principio a fin, pero tiene unas condiciones meteorológicas muy extremas, con vientos huracanados que aparecen de repente, así como temperaturas muy gélidas que afectan sobre el terreno. Varias personas se han dejado la vida en el intento.
Hace 15 años, en 2002, tres estadounidenses intentaron bajar haciendo snowboard y esquiar, pero dos murieron en el intento y el otro lo abandonó.
En mayo de 2007, un grupo de 'montañistas de esquí extremo' intentó la misma hazaña con el apoyo de Red Bull y más tarde realizaron la película 'Mount St Elias' (2009), la cual fue presentada en el Festival de Cine de Montaña de Torelló donde ganó la edición de ese año. Tampoco pudieron completar el descenso completo de una sola vez por culpa de las condiciones meteorológicas extremas y el fallecimiento de uno de los esquiadores, pero varios miembros del grupo regresaron en agosto y fueron llevados en helicópteros para esquiar la parte del descenso que no pudieron hacer unos meses antes. De esta manera lograron hacer el recorrido completo, pero en dos secciones separadas por varios meses de diferencia.
En junio de 2010 tres canadienses lo volvieron a intentar. En este casoi todo fue bien, hasta que llegaron al primer campo base. Habían bajado 2.500 metros verticales, pero de repente el tiempo se giró, y fueron oblogados a quedarse durante 8 días. Luego pudieron bajar otros 2.500 metros de desnivel, pero pocos metros antes de llegar a la meta, se acabó la nieve, por lo que no pudieron completar el recorrido.
El último intento llegó esta pasada primavera de 2017 de la mano de un trio americano. Janelle y Mark Smiley, junto con su amigo Jed Porter, hicieron la larga y tediosa subida hasta la cima del Mount Saint Elies pero a mitad de recorrido vieron que las condiciones estaban tan mal por la cantidad de hielo que había en la bajada, que decidieron dejar el material de esquí, hacer cumbre sin el peso del material a sus espaldas, y bajar rápidamente. Cualquier otra cosa hubiera sido un acto suicida. Todo el proceso lo grabaron en este trabajo, en el cual podemos ver las condiciones tan cambiantes desde que empiezan en la playa en manga corta a cuando hacen cumbre rodeados de nieve y viento.